Inteligencia y gobierno
Jorge Gracia del Río, investigador de la Universidad de Zaragoza, examinaba el miércoles, en un artículo facilitado por The Conversation España, las intromisiones de los sistemas de inteligencia artificial en los procesos electorales de los países democráticos. Repasaba diversos casos y llegaba a plantearse una cuestión inquietante, "¿puede realmente una inteligencia artificial contemporánea, bien entrenada y con suficientes recursos, gobernarnos?".
La pregunta surge de la experiencia del Partido Sintético de Dinamarca, promovido por una fundación y para el que un programa de inteligencia artificial elaboró un manifiesto electoral coincidiendo con los comicios del pasado noviembre. La inteligencia artificial está de actualidad también a causa de Chat GPT, ese programa al que uno le puede preguntar cualquier cosa o pedirle que escriba sobre cualquier tema y en pocos segundos emite una respuesta de apariencia perfectamente coherente. Tal vez la principal novedad de Chat GPT, aparte de su habilidad lingüística, que no excluye errores de bulto en los contenidos, está en que por primera vez disponemos de un juguete de inteligencia artificial con el que cualquiera, y no solo las grandes empresas y los gobiernos, podemos experimentar. Gracia del Río considera que "los avances tecnológicos permiten vislumbrar una futura inteligencia artificial capaz de ‘gobernarnos’" y concluye que por eso mismo "el debate debería moverse pronto del plano técnico al plano ético y social". Tiene razón, con la ética hemos topado. En fin, tal vez todos podremos darnos por satisfechos el día que se nos gobierne con un poco de inteligencia, ya sea natural o artificial. ¿Ciencia ficción?
