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Cartas al director de HERALDO: El día en que Pelé iluminó la Romareda

Pelé, en La Romareda
El día en que Pelé iluminó la Romareda
Juan G. Misis / Archivo Heraldo

El día en que Pelé iluminó la Romareda

Yo vi jugar a Pelé. 

Quizás como hombre religioso, y por cariño a la patrona de la Hispanidad, el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos quiso despedirse de España y de Europa jugando en nuestra Romareda. Para quienes no teníamos otra opción que verlo en blanco y negro, a miles de kilómetros de distancia, ese día sería un día grande para la historia de nuestro club. Con anécdota incluida, cuando Ovejero, central zaragocista, en su caída intentando evitar el gol, tronchó ambos postes de la portería y resultó herido.

Lo cierto es que, en ese Olimpo de grandes del balón, solo nuestro viejo campo ha visto pasar a los más grandes de cada época, Di Stéfano, Cruyff, Maradona o Messi, estos lo harían como adversarios del Real Zaragoza en la Liga española, no así Pelé que nunca llegaría a jugar en ninguna liga europea. Pelé, fuiste genial como jugador y humilde como persona, estés donde estés, te recordaremos quienes tuvimos la suerte de verte, aquel 3 de septiembre de 1974, cuando iluminaste la Romareda, y tu imagen se reflejó dentro del campo, y también fuera de él.

Desde entonces, querido Pelé, algunas cosas han cambiado. El gran equipo al que te enfrentaste en un campo abarrotado, hoy en contadas ocasiones llena en una liga de segundones. Han pasado políticos y gobiernos, debates tras debates, pero la Romareda sigue envejeciendo. Nada ha cambiado, destinada a una dorada jubilación y de una imagen insostenible. Impropia de la quinta ciudad de España. Ni la ciudad puede esperar más, ni está dispuesta a perdonar otra oportunidad fallida. El mundo ha perdido una estrella del balompié, pero el cielo la ha ganado.

Daniel Gallardo Marín. GARRAPINILLOS (ZARAGOZA)

Una sociedad al revés: más carriles

Cuando empezó 2022 nadie nos avisó de que terminaríamos el año pudiendo ser cualquier ser, animal o cosa. Pero algunos seres humanos, más, muchos más, de lo que se oye, mantuvimos la cabeza despejada y el corazón en su sitio. Y yo me planteo: ¿dada la diversidad y este mundo al revés, no añadiríamos un carril en las calles para perros y compañía? Que vayan en paz, que estiren sus cintas todo lo que quieran porque nadie entorpece su camino. ¡Claro!, eso requiere –tranquilo todo el mundo– pensar un poco, sólo un poco, en lo que hace un tiempo eran los seres normales: peatones y coches. Lanzo una propuesta: ¿no podríamos plantear hacer un rocódromo por las fachadas de los edificios para los peatones? Que no molesten a los pobres animales, pero por algún sitio habrá que reubicar a los hombres y mujeres clásicos que siguen caminando valientemente por las calles. ¿Y los coches? Que sobrevuelen por unos carriles por encima de los edificios para que tampoco estorben a bicis, patines, animales y compañías. Que nadie olvide que al final, así lo muestra la historia de la humanidad y la animalidad, todo vuelve a su cauce: hombres, mujeres, niños que vienen a la vida, mayores que pasan a ser nuestros referentes hasta el final de sus días y animales que corren libres de ropajes por jardines, bosques fuera de la urbe. ¡Feliz año 2023!

Mariajosé Bibián Lamarca. ZARAGOZA

Mala gestión educativa

Al margen de la conveniencia o no de los interminables cambios de leyes educativas, lo que no puede ser es querer cambiar sin poner en marcha un buen plan sustancial, que en este caso conllevaría: 1º Inversión (dinero) para modificar redes educativas y recursos. Al colectivo docente se le exige que aplique la nueva ley, pero no se le dan las herramientas. Por ejemplo, se pide evaluar con referencia a los criterios, pero también una calificación trimestral, cuando al evaluar de manera criterial la calificación solo es real al final del proceso. 2º Formación para aplicar la nueva ley. Ni los que la han creado saben cómo llevarla a cabo. 3º Tiempo. La evaluación requiere de mucho tiempo para su aplicación mientras a la par se atiende el propio proceso de enseñanza-aprendizaje. Por tanto, debería haber un cambio radical en el reparto horario de los docentes, reducir horas lectivas e incrementar horas para dicha evaluación así como trabajo coordinado del equipo docente. Al tratarse de una evaluación formativa y continua, cada análisis conlleva una respuesta de readaptación particular para cada alumno, con lo que puedes encontrarte en una clase en la que estás manejando cuatro o cinco programaciones distintas. Hay que analizar la dificultad que muestra el alumnado, trazar un plan para solventarla, dedicarle tiempo a cada alumno con sus dificultades concretas sin desatender a los demás, volver a evaluar, volver a adaptar… Creo que ni con 50 horas a la semana sería suficiente para todo lo que se pide. En cualquier caso, no hay que vender humo. No ha habido plan para implementar esta ley, faltan recursos tanto materiales como humanos, y mientras los cambios no vayan acompañados de un buen plan y una dotación realista de recursos, los docentes seguirán sobrecargándose para nada, rellenando papeles con buenas intenciones que en la práctica diaria de un aula son irreales.

Ángel Serrano San Nicolás. ZARAGOZA

La ZBE y los vehículos históricos

La ‘zona de bajas emisiones’ (ZBE) de Zaragoza restringirá la circulación de los vehículos obsoletos (los más contaminantes), lo que parece razonable. Sin embargo, los vehículos antiguos de colección (que, de media, circulan menos de veinte días al año) merecen un tratamiento especial. De hecho, en sintonía con la situación de las grandes ciudades europeas, el nuevo Reglamento de vehículos históricos (en trámite parlamentario) prevé permitir la circulación de los vehículos históricos (con al menos treinta años de antigüedad) en las ZBE españolas. Guste o no, los propietarios preservamos a nuestra costa una parte relevante de nuestro patrimonio histórico y cultural y, como mínimo, deberíamos ser escuchados. Incluso en un futuro de cero emisiones, la importancia histórica y cultural de este patrimonio justifica su preservación para generaciones futuras y creemos que los vehículos de colección de ayer en las carreteras de hoy ayudarán a enriquecer y disfrutar el futuro. Para ello, las autoridades deberían permitir su libre circulación y facilitar su mantenimiento. Lamentablemente, el Ayuntamiento de Zaragoza (a diferencia de los de Teruel y Huesca) ha rechazado bonificar el impuesto de circulación que los grava inadecuadamente. Aunque pesimistas, esperamos ser escuchados para hablar del futuro de nuestros vehículos de colección.

Chema Blasco Martínez. Vicepresidente de la Federación Interclubes de Vehículos Clásicos de Aragón (FIVECA)

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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