Misión a Cataluña

La Generalitat y el Parlamento de Cataluña, regida una y controlado el otro por los partidos separatistas, han acumulado en los últimos años una larga lista de desplantes al Estado, de incumplimientos de normas y de desacatos de sentencias judiciales. 

Pero quizás el caso de mayor y más triste contumacia se está produciendo en lo que se refiere al uso de la lengua española en la enseñanza como lengua vehicular, que al parecer se ha convertido en un tabú para quienes, por lo que se ve, aspiran a que algún día el catalán sea la única lengua de Cataluña. Quienes rigen los destinos de Cataluña, pero no representan ni amparan al conjunto de la sociedad catalana, han buscado toda clase de subterfugios para evitar reconocer y aplicar las sentencias que establecen el derecho a recibir enseñanza en castellano en, al menos, un 25% de las asignaturas. Y lo peor es que lo han hecho, y lo siguen haciendo, con amparo político del Gobierno central, que no rechista sobre este asunto. Por la cuenta que le trae, es decir, entre otras cosas, por las Cuentas que quiere que le aprueben los de ERC. Desde Ciudadanos, con especial intervención de la eurodiputada Maite Pagazaurtundua, están dando la batalla en el Parlamento Europeo para intentar corregir esta situación, haciéndose eco de la reivindicación de entidades de la sociedad civil catalana. Y han conseguido que la Cámara europea vaya a analizar la situación del español en el sistema educativo catalán y la violación de los derechos civiles de alumnos y familias, enviando una misión a Cataluña. Ojalá que esta vía sirviese para hacer presión y que las autoridades catalanas aceptasen lo que debería ser lógico y evidente, que catalán y castellano pueden y deben convivir de manera natural en las aulas.