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Cartas: Una travesía pirenaica aragonesa

Vista del Pirineo.
Vista del Pirineo.
Fernando Paúles / HERALDO

En febrero pasado se intentó reactivar una Travesía Central Pirenaica (TCP) «para que en el 2025 puedan empezar las obras», sin olvidarse de pedir la recuperación del trazado como vía internacional de la travesía antigua. Aspiraciones con importantes limitaciones por el plazo y los trazados, imposibles de cumplir una vez olvidado Toulouse como destino, suponemos. Afortunadamente, informaciones recientes definen una situación más realista. La ministra de Transportes aseguró en julio en el Senado: «Estamos convencidos de la necesidad de permeabilizar la barrera pirenaica; el paso mediterráneo y el atlántico están excesivamente separados. El Ministerio avala una travesía con más estudios, pero no varía el plazo de 2050». La ministra apuntó que la infraestructura supondría la creación de «un gran eje ferroviario de entre 120 y 150 kilómetros, de los que el 60% o 70% serían bajo tierra. Una obra de envergadura, con incertidumbres por aclarar, como el trazado». La longitud del tramo a construir así definido excluye cualquier trazado que no sea una línea directa de Zaragoza a la frontera que poco tendría que ver con el trazado. La ministra recordó que los «avances deben acompasarse a la voluntad política francesa». De acuerdo con esos propósitos, hace poco fue aprobada en el Senado, por gran mayoría, la moción de un senador del PAR –grupo promotor de la reunión de febrero– que instaba al Gobierno a adoptar las medidas necesarias para definir «el trazado más adecuado» para conectar la Península con el resto de Europa mediante un gran corredor ferroviario a través de Aragón y que la infraestructura pueda entrar en funcionamiento «antes de 2050». En conclusión: una línea directa Zaragoza-Burdeos que no tendrá nada que ver con el Canfranero y que podrá ser una realidad a medio o largo plazo.

Carlos García Martínez JACA

El Congreso de Innovación Educativa

La vida nos ofrece regalos inesperados. Y es que, en nuestro día a día, en nuestras prisas y desvelos, encontramos esos momentos para sentarnos y disfrutar con la escucha, la mirada, la reflexión y la calma. Me siento privilegiada de haber podido disfrutar de un Congreso Internacional de Educación en mi ciudad, escuchar a personas que desnudan su alma, que cuentan su experiencia en las aulas y la comparten con más de mil profesionales que creemos en nuestra labor y queremos dar lo mejor de nosotros para a su vez conseguir la mejor versión de nuestro alumnado. Se habló de motivación, de retos, de digitalización, de aprendizaje-servicio, de sostenibilidad, de cooperación, de puertas abiertas, de derribar muros… los que separan las clases pero también los que se construyen en nuestras mentes. Hemos de estar abiertos al cambio en las metodologías, en las programaciones y currículos… a educar para la vida, desarrollando el pensamiento crítico y dando rienda a esa curiosidad que lleva a explorar y a descubrirse uno mismo, a los demás y el entorno. Me quedo con la atmósfera de ilusión de profesores y alumnos. Los días 23 y 24 de septiembre, a ritmo de jota aragonesa, con sonido de castañuelas, sonrisas y zapateados, la educación celebró su fiesta y yo tuve la suerte de disfrutar de ella. Gracias a todos los que lo hicieron posible, desde el Departamento de Educación hasta cada uno de los colaboradores y participantes.

Conchita Ibáñez Martínez

ZARAGOZA

Goya y el impresionismo

Me gustaría matizar una afirmación aparecida en el artículo ‘Solo el presente’ del pasado día 22. El autor declara, acertadamente, que Goya fue un adelantado del movimiento expresionista (seguramente se refiere a la serie de ‘Pinturas negras’ de la Quinta del Sordo o a los ‘Desastres de la guerra’). Pero resulta que el genio aragonés también fue un adelantado del movimiento impresionista. Para demostrarlo, basta con referirse a ‘La lechera de Burdeos’, ejecutada en su exilio francés en 1827, un año antes de su muerte. Posiblemente el inglés Turner, al que el autor cita como precursor, y que fue contemporáneo de Goya, también fuera otro adelantado, pero la omisión del pintor aragonés me parece sorprendente. Y no lo digo por mero aldeanismo, sino porque se ignora una faceta esencial de un pintor universal frente a otro meramente local que, sin restarle méritos, tuvo un campo de actuación mucho más limitado. Un Goya que, en los últimos años de su vida, ya en Francia, escribió «Aún aprendo», toda una lección de arte y de vida.

Francisco Javier Motis Dolader

Zaragoza

Nadal y Federer, rivales y amigos

Federer y Nadal, los dos mejores tenistas de la historia, jugaron hace unos días un partido de tenis tras el cual el suizo se despidió de las pistas, de sus innumerables victorias y sus escasas derrotas, teniendo como compañero a Rafa Nadal, al que siempre consideró como un amigo, más que como un rival, habiendo protagonizado ambos bellísimas imágenes del deporte de la raqueta. Su sana rivalidad deportiva nunca ocultó su clase y señorío, disfrutando sus éxitos y abrazando y respetando a su gran rival. Ambos nos han enseñado que en el deporte, como en la vida, a veces se gana y a veces se pierde, pero todo hay que aceptarlo, porque de todo se aprende. ¿Quién no recuerda aquellas dos memorables finales de tenis, en Wimbledon y Australia, en que nuestro campeón venció al genial suizo? Solo me queda desear a Federer, que se retira con 41 años, mucho éxito en su nueva vida familiar y personal. Nos queda, ya por no mucho tiempo, el campeón Rafa Nadal, al que aún podremos ver y admirar. De nuevo mi agradecimiento y admiración a los dos genios del tenis mundial.

Miguel Bretón Vallejo

ZARAGOZA

Miedo ante la guerra

Tengo miedo, no lo puedo evitar, por mi pareja, por mi hijo, por mis nietos, mi hermano, mi nuera, por mí, por todos. Vivimos como si la guerra de Rusia con Ucrania no nos afectara salvo en el precio de los productos, pero la Tercera Guerra Mundial está en el horizonte. Putin utilizará todos los hombres y toda clase de armas, incluidas las nucleares, para ganar la guerra. Acusa a Europa y a EE. UU. de ser los culpables de esta guerra. Quienes le rodean no son mejores que él, pues le exigen que declare una guerra total. Ha anunciado la movilización de 300.000 reservistas. Se convocan manifestaciones en las ciudades rusas. Se han agotado los billetes para salir del país. Este invierno se puede convertir en un infierno. El infierno siempre ha estado en la Tierra y los demonios son los tiranos sanguinarios a los que no les importa liquidar a quienes se oponen a sus delirios de poder y dominio.

Martina Pellejero Cuéllar

ZARAGOZA

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