¿Y si esta es la buena?

Perplejo es de los que creen que hay poco que hacer, pero hay que hacerlo. 

Hijo de Gramsci, conoce que la razón es pesimista, pero la voluntad no puede permitírselo. Y duda, como todo perplejo: duda de todo. Por ejemplo: cuando Macron dice que vienen tiempos malos, Perplejo sospecha que le habla más a nuestra voluntad que a nuestra razón. Macron y sus iguales nos quieren abúlicos y razonables, quieren que nos quedemos en casa solitos y pasando frío. Pero Perplejo es profe y se harta de repetir el poema de Benedetti ‘No te rindas’ a cualquiera que se cruza en el camino. Como dice su amigo Antonio Aniesa, jefe de gabinete del alcalde de La Courneuve (Île de France), "Hay que salir a todas las manifestaciones porque ¿y si te quedas en casa y esa es la buena, la de la Bastilla?". Macron y sus colegas nos quieren pasivos, apáticos, incoloros. Saben que la voluntad sin acción acaba por ahogarse. Y cuando uno abandona la acción, se vuelve irresponsable. Debe ser por eso que nuestros políticos nunca admiten la responsabilidad de sus acciones. La suya tiene como objetivo perpetuarse en el poder y eso siempre exige un grado enorme de irresponsabilidad. Perplejo sopesa el presente en el fiel de la balanza: cuanto peor es la perspectiva, más fuerte debe ser la voluntad. Cuestión de equilibrio. No se quede en casa: se pasa menos frío en comunidad. Salga y defienda sus derechos, defienda los de sus vecinos, los de todos y todas, defienda la democracia. A lo mejor la próxima es la buena.