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  • Cartas al Director

Cartas: Una multa al salir del hospital

Entrada de Urgencias del Hospital Royo Villanova de Zaragoza.
Entrada de Urgencias del Hospital Royo Villanova de Zaragoza.
Toni Galán / HERALDO

En recientes fechas me vi obligado a trasladar en coche a un familiar al servicio de urgencias del Hospital Royo Villanova de Zaragoza, debido a un dolor agudo en el nervio ciático que le impedía cualquier movimiento.

 Tras pasar por el triaje, varias horas de espera en una dura silla de plástico y múltiples recordatorios de nuestra presencia a los celadores, estos nos indicaron, con toda la amabilidad de la que fueron capaces, que el servicio estaba colapsado y que la espera podría alargarse hasta bien entrada la madrugada. Ante la negra perspectiva que se podía vislumbrar, solicitamos alternativas y optamos por marchar a casa, recurrir a la automedicación en forma de analgésico y acudir al día siguiente a la consulta de urgencias de nuestro ambulatorio. Eran más de las dos de la mañana y, tras acomodar como pude al dolido enfermo en el coche, emprendimos viaje de regreso descendiendo la cuesta del Camino de los Molinos. Comentábamos a bordo todo lo sucedido y los pasos que daríamos al día siguiente, mientras mi familiar no dejaba de quejarse todo el tiempo, cuando, de repente, un intenso fogonazo iluminó nuestro solitario coche en medio de la oscuridad. Aturdido por la sorpresa, miré al salpicadero instintivamente y comprobé mi velocidad; excedía por dieciséis de los treinta kilómetros por hora que la placa indicaba. Mi temeridad era mayúscula, aunque no tanto como la voracidad del Consistorio en situar el radar a la salida de un hospital, de madrugada y en una vía desierta. Ahora, con la denuncia en la mano, pienso que la sanción que pagaré tal vez sirva para aumentar los efectivos del servicio de urgencias de este u otros hospitales. ¿O no?

Luis M. Pastor

ZARAGOZA

Evacuación y acogida durante el incendio

Sobre las 10 de la noche, estamos cenando tranquilamente en casa, cuando de repente oímos un fuerte repicar de campanas, sirenas de la Guardia Civil y altavoces anunciando que hay que evacuar el pueblo (Alhama de Aragón) en diez minutos. Cunde el nerviosismo, gritos, sirenas, luces. ¿Qué cogemos? ¿Dónde vamos? Nos llevan a Nuévalos. Allí, a las puertas del pabellón, nos acoge un gran grupo de voluntarios que nos ofrecen toda clase de alojamientos, tanto hoteles como casas particulares, y acondicionan el pabellón para poder descansar. Fueron dos días en los que se volcaron tanto el Ayuntamiento como vecinos de este pueblo para atendernos, cubriendo las necesidades que tuviéramos. Un reconocimiento para todos ellos, que estuvieron ahí haciéndonos esos momentos menos duros: gracias, gracias y gracias. Un pueblo no se mide por el número de habitantes, sino por sus actos.

Agustín Punter Martín

ALHAMA DE ARAGÓN (Zaragoza)

Trabajos para la comunidad

A los políticos se les llena la boca con la reforma del Código penal para anular los delitos de sedición, aforamientos y un sinfín de propuestas, pero no se dan cuenta de que lo más urgente, además de una ley antiocupas, es establecer una normativa que regule los trabajos para la comunidad de carácter obligatorio para los delitos menores, ya que nunca pagan las multas y se convierten en reincidentes habituales. Para los que ensucian las fachadas con las firmitas y grafitis, a lavar y pintar lo ensuciado; los jetas como el famoso simpa, a pelar patatas en un comedor social; los pirómanos, a plantar a mano árboles en la zona que quemaron. Todos ellos, con un mono de colores para que se sepa que están trabajando por sus desmanes. Se podrían poner ejemplos, como se ha visto en Estados Unidos, donde a artistas de cine y famosos no se les caen los anillos por realizar estos trabajos. Constituiría un ejemplo para todos, pues las penas de cárcel por delitos menores se ha demostrado que no conducen a nada práctico y salen por la puerta pensando en reincidir.

Javier Sánchez Íñigo

ZARAGOZA

El Jiloca y la conexión con Madrid

El jueves 14 de julio leí que el Ministerio de Transportes ha adjudicado un contrato de servicios para la redacción del estudio informativo de mejora del itinerario de la carretera N-211, en el tramo entre Alcolea del Pinar (Guadalajara) y Monreal del Campo (Teruel), que une las autovías A-2 y A-23. Si empezásemos ahora, sería para alegrarse y estar muy contentos porque al fin se han acordado de esta tierra, pero... hay una historia anterior. Hemos pasado de tener un proyecto de autovía a Madrid, capital de España, la A-25, con declaración de impacto medioambiental aprobado (pero que dejaron que caducase), a tener la ilusión de una mejora del itinerario. Doy mi enhorabuena y mis felicitaciones a los votantes de Teruel Existe, puesto que han logrado lo que siempre han buscado: La A-40 por Cuenca con el olvido de la A-25, con lo cual nos siguen demostrando que Teruel Existe es igual a ‘Teruel capital existe’ y que la comarca del Jiloca no cuenta para ellos. Siento decepción, pena e incluso vergüenza y rabia por los que ostentando cargos y puestos desde donde debieran luchar por esa conexión a Madrid, no hacen nada, ni aun protestar. Sirva esto de tirón de orejas al resto de los partidos políticos. Solo queda esperar a que cuando en las próximas elecciones los de ‘Teruel capital existe’ vengan a pedir votos a esta zona, no digan que la ‘mejora del itinerario’ también puede ser una autovía y que haya personas que todavía los crean.

Rafael Ruiz Moré

Villafranca del Campo (Teruel)

Aragoneses ilustres

Leo la lista de los cuarenta personajes ilustres de la historia de Aragón. Me uno, humildemente, al profesor Guillermo Fatás: faltan primerísimas figuras. Fidel Pagés Miravé, oscense (1886-1923), médico militar, inventor de la anestesia epidural que él llamó metamérica, y que se practica en todo el mundo. Si hubiera vivido más años era un Premio Nobel, seguro. Aragón se ha comportado fatal con su inmensa figura: se le ignora. Gracias a una punción lumbar las madres paren sin dolor y la mayoría de las intervenciones se realizan con esta sencilla y barata técnica. Tampoco se cita al fundador de la pediatría mundial, el turolense Jerónimo Soriano, con dos tratados escritos entre 1550 y 1600, que, además, y a sus expensas, levantó en Teruel el primer hospital infantil del que se tiene noticia en todo el mundo. Hay ‘remedios’ suyos que aún se utilizan. Por último y por no cansar, Andrés Martínez Vargas (Barbastro, 1861-Barcelona, 1948) es el fundador de la moderna Pediatría en España, con una historia personal y científica excepcional. Estos tres personajes emocionan y enamoran.

Miguel Labay Matías

TERUEL

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