Por
  • Celia Carrasco Gil

Pájaro XIII

Escultura Pájaro XIII de Juan Soriano, Centro Cultural Universitario de la UNAM, CDMX.
Escultura Pájaro XIII de Juan Soriano, Centro Cultural Universitario de la UNAM, CDMX.
Eduardo Ruiz Mondragón / Archivo Wikipedia

No quisiera dejar que terminara el mes de mi estancia poética parisina sin antes haberme acordado del vigésimo segundo aniversario del fallecimiento de José Ángel Valente, ni tampoco de ‘Pájaro XIII’, de Juan Soriano, una escultura que el día 1 de julio me recibió en mi llegada a la ‘Cité Internationale Universitaire’ de París, y en la que desde entonces he encontrado a un nuevo orante antiguo valentiano, con las alas desplegadas en la posición accipiente de la que hablaba el poeta, con el gesto de quien se ha entregado a la espera, la escucha extrema, la receptividad, la disponibilidad y la pasividad activa propias del eje axial de los troncos que lo rodean, en esa suerte de santuario poético que se abre a las puertas del Colegio de España. 

Me gustaría, hoy que me marcho de la Ciudad de la Luz en el mismo mes en el que hace 22 años despedimos en Ginebra al autor de ‘El fulgor’, dedicar a esta revelación poético-escultórica las siguientes palabras. "Pájaro picapiedra, son rupestre, / levitación maciza de la luz o sortilegio / que sale hacia la entraña, / tu uva, tu sangre hecha de cuerpo nos pronuncia, / tu silencio de tejo nos hilvana. / Nos apunta / tu sien piramidal hacia la cumbre / y caemos. / Descendemos al sol / como plumas leprosas de otro tiempo / tan solo en comunión con todo árbol. / Pájaro XIII, orante de los vientos, / aspa de voz, que horadas el vacío / y que te crucificas cuando cantas. / Pájaro, petroglifo en torno al fuego: / lagar donde se prensa / la palabra".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión