Identidades borrosas

Identidades borrosas
Identidades borrosas
Pixabay

La Ley Orgánica del Sistema Universitario que acaba de proponer el Gobierno establece que las becas se concedan, además de por los prioritarios criterios socioeconómicos, en función del "origen nacional y étnico", la "discapacidad", las "cargas familiares", la "violencia de género", "otras formas de violencia contra la mujer", las "circunstancias sociales" y "otras características específicas del estudiantado".

Reiteraciones e inconcreciones aparte, comparto el espíritu integrador y redistribuidor de la formulación anterior, excepto cuando apela al "origen étnico", es decir, a las "afinidades raciales, lingüísticas, culturales, etcétera", con las que el diccionario de la Real Academia Española define ‘etnia’. La razón de mi objeción es que no me parece admisible que la legislación siga acogiendo el criterio de la raza, que, refutado por la ciencia, es tan impreciso como peligroso.

Ciertamente, las normas contra la discriminación, como el artículo 14 de nuestra Constitución, tienen que referirse a la ‘raza’ o a la ‘etnia’, pero críticamente, dado que estos términos siguen vigentes en la sociedad y son emblema del racismo. Sin embargo, creo que, incluso en dicho ámbito, habría que empezar por poner de manifiesto su inconsistencia, tal y como reclaman desde hace tiempo, entre otras disciplinas, la genética y la antropología.

En todo caso, para acabar, aclaro que la opinión que acabo de exponer no es ajena a mis deficiencias sensoriales e intelectivas para percibir en mi alumnado razas, etnias, géneros y otras identidades colectivas, que veo borrosas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión