Civilistas

En la mañana del pasado 11 de febrero tuvo lugar en la Sala Ernest LLuch del Congreso de los Diputados una jornada que, si no me equivoco, es la primera de esa naturaleza que tiene lugar en nuestro país. 

Sus organizadoras, las profesoras de Derecho civil M.ª Paz García Rubio y M.ª Jesús Moro Almaraz, la titularon ‘Reivindicando el valor del Derecho civil’. Ambas fueron dos de las ponentes, a las que se unieron en tal condición Antonio Pau Pedrón, presidente de la Sección Primera de la Comisión General de Codificación; Encarna Roca Trías, jubilada como profesora de Derecho civil y vicepresidenta emérita del Tribunal Constitucional; José María Miquel, profesor de Derecho civil jubilado y vocal de la Comisión de Codificación, igual que las profesoras García Rubio y Roca Trías; José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General del Notariado; M.ª Emilia Adam, decana del Colegio de Registradores de España; Francisco Marín Castán, presidente de la Sala Primera del Tribunal Supremo; la profesora Matilde Cuena Casas y D. Jacobo Fernández Álvarez, secretario general técnico del Ministerio de Justicia. Personas muy cualificadas y representando además a todas las principales profesiones jurídicas. Asistieron al evento unas sesenta personas y se supone que muchas más lo seguirían telemáticamente.

En este artículo quiero solo dar noticia del evento. Imposible de todo punto resumir seriamente nada de lo mucho y enjundioso que allí se escuchó. Entresaco de mis notas algunas ideas que retuve. Encarna Roca nos recordó que nunca ha habido un civilista en la Presidencia del Tribunal Constitucional y miembros o vocales solo tres en más de tres décadas. Aparte de ella, los profesores Díez Picazo y De los Mozos. O sea, muchos iuspublicistas y pocos iusprivatistas en el Tribunal Constitucional. La profesora Roca enfatizó el valor del Derecho constitucional y la necesidad de que se tenga en cuenta la Constitución en el ejercicio y aplicación de todas las ramas del Derecho. En esa línea también el profesor Miquel, quien dio argumentos históricos y constitucionales de peso para que no se pierda de vista el valor vertebrador del Derecho civil sobre todo el ordenamiento jurídico, cuya unidad conviene tener siempre muy presente. Recordó también el gran valor para la aplicación de toda clase de normas del Título Preliminar del Código civil.

Antonio Pau resumió la historia de la Comisión General de Codificación desde su creación en 1843, recordando que solo se suspendió su actuación por breve tiempo durante la Revolución de 1868 y el primer año de la Guerra Civil, habiendo existido entonces una tal comisión en cada uno de los dos bandos en liza. Nos recordó que en el Estatuto vigente de 2015 sus vocales permanentes no son libremente cesables por el Gobierno, lo que da estabilidad a este prestigioso y tradicional órgano. Hubo críticas medidas y respetuosas a algunas legislaciones administrativas. Emilia Adam afirmó que la excesiva administrativización normativa, invadiendo el campo de los derechos subjetivos, no es deseable, como tampoco lo es la proliferación de registros administrativos que, de existir, deberían coordinarse con el Registro de la Propiedad. Igualmente José Ángel Martínez, decano de los notarios, hizo una defensa del Derecho civil tradicional y se mostró crítico con algunas de las tendencias a desvirtuarlo, o incluso con alguna directriz europea. El magistrado Marín Castán destacó el trabajo responsable y fecundo, en su opinión, de la Sala Primera del Tribunal Supremo que preside, intentando, por ejemplo, mejorar el control de la Banca o intentando poner algo de orden en el prolijo Derecho del consumo.

Se reflexionó sobre los problemas de la buena técnica legislativa y sobre algunas de las dificultades prácticas que se dan para intentar evitar que políticos o personas sin suficiente formación introduzcan en el último momento innovaciones dañosas en un proyecto de ley a punto de aprobarse. La profesora María Jesús Moro, que ha sido también diputada en el Congreso durante una década, dio curiosos detalles sobre esto. Alguno de los ponentes sugirió que una reunión así debería ser anual. Me sentí muy identificado con casi todo lo que escuché, incluida esta última sugerencia.