Historias del ACA: Becerro, Zapato y Trogo

Historias del ACA: Becerro, Zapato y Trogo
Historias del ACA: Becerro, Zapato y Trogo
ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN

El podenco rubio del duque se llamaba Becerro y el blanco, Zapato; "son los más bellos que Nos agora tenemos", dice. 

Los regaló al gran maestre de los caballeros sanjuanistas, aragonés de Munébrega y jefe de una poderosa multinacional de frailes guerreros. El duque Juan era el hijo del rey de Aragón.

Le apasionaba la caza, a caballo o a pie. Dada su alcurnia, tal ejercicio no era concebible sin halcones y perros. Con pedigrí y bien adiestrados, eran obsequios de prestigio. La caza mayor era ejercicio cuasi guerrero, por haber de fajarse el caballero con presas fieras, como lobos o jabalíes. Juan, duque de Gerona por ser heredero de la Corona de Aragón, enviaba dádivas de gran calidad.

El duque practicaba una política de prestigio que prescribía la reciprocidad y por eso ‘sugería’ a su distinguido corresponsal el envío de animales equiparables. Le agradecía, en aragonés, el regalo de tres halcones, "los quales son muyt bellos", y pedía al poderoso señor, el preclaro Juan Fernández de Heredia, gran maestre de la formidable Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén (frailes guerreros llamados sanjuanistas u hospitalarios), que "nos enviedes tantos falcones sacres de Romania et galgos de Turquía como podreves haber". El halcón sacro es una rapaz de gran tamaño y mucha fuerza, que fue por ello asimilado al dios Horus en la religión faraónica. Y el galgo turco podría ser el aún hoy apreciado saluki. Todo de mucho precio.

Cazador y gentil

La carta tiene otra parte, expresiva del talante letrado del duque y futuro rey. Sabe que el gran maestre posee otros tesoros: "Havemos entendido que Vos havedes un libro nombrado Trogo Pompeo; e havedes un philosoffo de Grecia qui vos translada libros de grech [griego] en nuestra lengua" (aragonesa). Y, cortésmente taxativo, pide: "Rogamos-vos muy carament que nos embiedes el dito libro et de los que vos translada [traduce] el dito philosoffo", lo que tendría por "muyt grand servicio" al que sabría corresponder. El mencionado Trogo escribió, en el siglo I, un vasto tratado de historia, hoy perdido. En él, según otro autor antiguo que lo había leído, decía: "El cuerpo de los hombres hispanos está preparado para el hambre y la fatiga y su ánimo, para la muerte. Son de dura y rigurosa sobriedad". Parece que ya no. Esta otra faceta ha sido más persistente: "Si les falta un enemigo fuera, lo buscan en su propia tierra". Y esta ha perdurado, por fortuna: "Aprendieron de los romanos a limpiarse con agua caliente".

Por eso –halcones y libros– la historia ha recordado a Juan I de Aragón con un doble apodo: ‘Cazador’ y ‘Amador de Gentilezas’.

Hace siete años, el Archivo de la Corona de Aragón fue distinguido con el Sello de Patrimonio Europeo y quince de que no se reúne su Patronato, que jamás lo ha hecho

A vueltas con el ACA

La carta sobre Becerro, Zapato y Trogo se guarda en el Archivo de la Corona de Aragón (ACA), el archivo privado de los reyes de Aragón. Por eso está allí su correo. No solo hay tratados y negocios públicos. Son decenas de miles de escritos desde el siglo IX.

El ACA es propiedad del Estado Español, no de la Generalitat, aunque esta quiera actuar como si fuera suyo, pues el nacionalismo solo se atiene su propia lógica. Sus plazas se cubren por titulados superiores que han opositado (si bien eso no impide que el principal de todos ellos llame reino a Cataluña, que no lo fue).

Por lo que simboliza y lo bien que funciona, en 2015 fue distinguido con el ‘Sello de Patrimonio Europeo’, concedido escasamente: menos de cincuenta casos en toda la Unión. En España, salvo error, solo la Residencia de Estudiantes madrileña lo tiene también. Como señaló la Unión Europea, el ACA "posee documentación relativa a varias regiones de España, Italia, Portugal, Francia, Inglaterra, Alemania, Europa Central, los Balcanes, Grecia, Turquía e incluso reinos y emiratos musulmanes, fruto del papel desempeñado por la Corona de Aragón en la región mediterránea". Exactamente.

La alta tutela del ACA debería regirse por un Patronato, presidido por una autoridad estatal y con vocales de las cuatro Comunidades que fueron de la Corona de Aragón: Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares. Pero ningún ministro se ha atrevido a convocarlo en quince años, desde que la ubicua Carmen Calvo lo creó en noviembre de 2006, como ineficaz concesión a Marcelino Iglesias. La ministra Calvo no lo convocó. Ni el ministro Molina. Ni la ministra González-Sinde. Ni el ministro Wert. Ni el ministro Méndez de Vigo. Ni el ministro Huerta (que duró seis días, el único con excusa). Ni el ministro Guirao. Ni el ministro Rodríguez Uribes. Ni el ministro Iceta. Tienen miedo de los nacionalistas.

Consultaré al profesor Arturo Vera de qué memoria nace mi desazón: implícita, condicionada, emocional, declarativa o de todas al tiempo. El caso es que mi cabeza ha concedido al caso un alto ‘estatus interoceptivo’, aun sabiendo que el Patronato es filfa.

En fin. Becerro, Zapato, Trogo: en otro siglo será.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión