Competitividad eléctrica
Una parte del tejido industrial aragonés se plantea ya realizar paros en la producción y poner en marcha ERTE por la constante subida del precio de la electricidad. La subida de la factura de la luz se ha convertido en un enorme dolor de cabeza no solo para los ciudadanos sino también para buena parte de las empresas y los negocios, tanto en Aragón como en el resto de España. En no pocos casos, se está comiendo una porción nada desdeñable de la cuenta de resultados. Además, el alza está minando la competitividad de las industrias frente a las rivales de otros países y continentes. El Gobierno tiene que reaccionar de una vez con medidas eficaces, porque el precio de la electricidad es, junto al factor salarial, la clave para ser competitivos en un mundo cada día más globalizado.
La Confederación de Empresarios de Aragón (CEOE) y la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ) advierten de que para muchas empresas los imparables costes energéticos comienzan a ser insostenibles, por lo que ya se están planteando adecuar su producción a los tramos de menor precio –si pueden hacerlo– e incluso, en el peor de los casos, cesar su actividad y aplicar un expediente de regulación de empleo temporal entre sus trabajadores. Dentro del sistema productivo, no se trata de un problema que solo repercuta en la industria, sino que es una dificultad que lastra a la mayoría de los sectores, además de a la ciudadanía en general.
En un contexto económico marcado por el sufrimiento de la crisis pandémica, es obligado que las autoridades reaccionen con medidas más eficaces que las aprobadas hasta ahora. Precisamente cuando la economía apunta a una reactivación, la energía es un lastre cada vez más pesado. Además se une a otros, como la escasez de materias primas o problemas de transporte marítimo, que amenazan la competitividad de nuestro país.
