Deslegitimar a los terroristas
Víctimas del terrorismo y partidos políticos como el PP, Vox y Ciudadanos (Javier Lambán también lanzó un mensaje en las redes sociales) se movilizaron ayer en diferentes puntos de España, incluida Zaragoza, para expresar su repulsa por los actos de apoyo al etarra Henri Parot que se habían previsto en Mondragón, donde se registraron algunos incidentes. Es obligación de todas las instituciones constitucionales, empezando por el Gobierno, preservar la memoria de las víctimas e impedir que se normalicen los homenajes a los etarras en las localidades del País Vasco. Una sociedad democrática sana no debe permitir que se humille a las víctimas y a sus familias autorizando actos del mundo abertzale que solo buscan ensalzar el radicalismo criminal en cuyo nombre se cometieron cientos de asesinatos y se instauró el terror mediante el secuestro y la extorsión.
Zaragoza ha arropado nuevamente a las víctimas del terrorismo en la concentración celebrada en el parque de la Esperanza, en la avenida de Cataluña, donde ETA mató en 1987 a once personas, entre ellos seis niños, en el atentado contra la casa cuartel. Aragón responde así a las marchas en apoyo al sanguinario Parot, que fue quien colocó la bomba del citado atentado. Esta Comunidad siempre ha reivindicado la memoria de las víctimas como un elemento consustancial a nuestros valores constitucionales.
La solidaridad con quienes sufrieron directamente el zarpazo terrorista debe ser, más que ninguna otra, una órbita de consenso y de unidad. Por eso, el Gobierno de Pedro Sánchez debe dejar de ceder a las exigencias de los abertzales respecto a los presos etarras y a su recurrente parafernalia propagandística. Se equivocó al convertir a EH Bildu en socio de la legislatura y se equivoca al seguir contando con sus votos para sacar adelante leyes y presupuestos. Aún está a tiempo de corregir el error.
