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  • Heraldo de Aragón

La 'Casa del señor Martín'

Casa solariega declarada BIC en Montón.
Casa solariega declarada BIC en Montón.
Macipe

Hace un tiempo se publicó que un propietario que estaba inventariando la documentación de la casona que acababa de adquirir en Used; no sé si, en el pasado, pertenecería a otra rama de los Bernabé como la de Montón. En los años sesenta los pueblos se fueron vaciando y se perdió su patrimonio. En Montón se derribó el ayuntamiento viejo y, poco antes, encontramos un libro, ‘Cabreo de 1717’, entre cascotes, lo mandamos a microfilmar en la Diputación; me figuro que habría más y quizá alguien rescató alguno y aún lo guarda. Los propietarios de la que conocemos como ‘Casa del señor Martín’ murieron sin descendencia y la herencia pasó a los 25 sobrinos. Lleva más de medio siglo deteriorándose entre la desidia. Siendo el alcalde uno de los propietarios, con el dinero invertido para adecuar las escuelas primero y el horno después como Ayuntamiento, quizá hubiera sido más apropiado destinarlo a ese edificio y darle uso. En la huerta podría haber un jardín-terraza, el bar, quizá alguna habitación de turismo rural... A 20 km de Calatayud, 17 de Daroca y 30 del Monasterio de Piedra, podría dar algo de vida al pueblo. Hace unas décadas no había tanta sensibilidad por el patrimonio y no supe presentar un proyecto para conservarla. Por suerte, gente más joven y dinámica se ha puesto al frente de la Asociación Ontinar y ha conseguido la protección de Patrimonio. Lo cierto es que una fachada con escudo no se puede derribar (en el Arrabal queda una con el escudo de los Broqueleros). Espero que, gracias al artículo publicado, se conozca la historia de uno de los restos de patrimonio que aún nos quedan y que, salvado por los pelos de la piqueta, tenga el futuro que se merece.

Juana Mary Lecumberri Romea

Zaragoza

Las mujeres que hacen el ‘XL Semanal’

Uno de mis gozos domingueros es el disfrute de la revista ‘XL Semanal’ que acompaña ese día a nuestro HERALDO. La saboreo muy despacito y a fondo, pues no tiene desperdicio. Tres excelentes articulistas como Arturo Pérez Reverte, Lorenzo Silva y Juan Manuel de Prada comparten páginas con las también excelentes Isabel Coixet, Carmen Posadas y Virginia Drake. Pues bien, algo se me había pasado por alto en la lectura. Es la columna en la que se enuncian las personas que, de un modo u otro, hacen posible que tan magnífica revista llegue semanalmente a nuestras manos. De los diecinueve nombres que se citan, una docena son femeninos. Y, además, dos de ellas son las que ocupan los cargos de directora y de subdirectora. Olé, una vez más, por las mujeres.

Ángel Hernández Mostajo

ZARAGOZA

¿Vías verdes?

Yo creía que eran vías verdes, qué tontería. Antes sí que eran naturales y verdes. Dejen de gastar dinero absurdamente y conecten Calatayud con Caminreal para que Teruel tenga una conexión decente con Madrid, el resto del Santander-Mediterráneo, termínenlo, así tendríamos una conexión transversal. Quitemos los camiones de las carreteras, eso sí que sería un país verde.

Miguel Ángel Marugán Cabrero

ALARCÓN

El precio más caro

Quienes entienden de cómo se calcula el recibo de la luz dicen que para ello se coge cada modalidad de energía y se aplica el precio de la más cara a todas. Ya se lo he oído al menos a tres expertos en televisión, por lo que parece verdad. El resultado es que sin perder en la energía más cara, nos roban cuando nos cobran las demás energías que son más baratas al precio de la más cara. Y me hago una reflexión. Según se ha dicho en sede parlamentaria, fue durante el mandato de José María Aznar cuando se modificó la norma para dejarla como está ahora. Pero no voy a achacar en exclusiva a Aznar el problema, porque esto lo sabían y lo han aceptado todos los gobiernos y todas las mayorías parlamentarias desde hace 24 años en España. No me lo puedo creer, nos llevan robando en la misma proporción desde entonces. ¿De verdad que no se puede hacer nada?

José María Martínez Marco

ZARAGOZA

Miedo en la Jacetania

Hay indignación y miedo en la comarca de la Jacetania. Desde hace algunas semanas se está produciendo una serie de ataques al ganado ovino con mordeduras y muertes, cerca de núcleos urbanos y en el entorno del Camino de Santiago, muy concurrido en esta época del año. Hay alarma y miedo de las personas que no pueden ni siquiera ir a los huertos o salir a pasear por estos magníficos parajes sin temor a que salga cualquier tipo de alimaña. Los estamentos oficiales deberían dar soluciones. Nos gustaría vivir en un entorno seguro para todos los montañeses y sus animales.

Ana Vinacua

SOMANÉS (HUESCA)

Por una convivencia sana y responsable

Llevamos mucho tiempo compartiendo momentos difíciles, que hacen peligrar la buena relación que hay en la ciudadanía. A diario utilizo el Bizi y es extraño el día que no he de discutir con algún ciudadano de a pie. Cruzan la calzada sin preocuparse de los carriles bici. Ya he tenido que bajar al suelo varias veces para no ser atropellada por algún peatón despistado. También son muchos los meses que soportamos las mascarillas. A todos nos incomodan. A veces es necesario tomar aire para recuperarse del malestar después de llevar horas la mascarilla puesta. Ya estoy cansada de ejercer de policía. Mi trabajo cara al público me obliga a hacer cumplir unas normas que yo no he impuesto. Por supuesto, las normativas siempre se aprueban para conseguir seguridad. Por lo tanto, pido a quienes entran a los establecimientos lo hagan debidamente protegidos. Son demasiadas las personas que, cansadas de la situación, me obligan a un enfrentamiento nada deseado. Igual ocurre en el autobús. He llegado a ver alguna situación de un alto grado de enfrentamiento entre los usuarios. Principalmente son los más jóvenes quienes se ríen de los que no nos quitamos la mascarilla. En alguna ocasión, el propio conductor ha tenido que parar y resolver la situación. ¿Controlamos a nuestros hijos en su ir y venir? Adolescentes que actúan en grupo y se crecen ante los demás. Yo no los multaría, simplemente los llevaría de ‘voluntarios obligados’ a hospitales, centros de día, etc. Quizá así se darían cuenta de los riesgos que conlleva su mal comportamiento. En fin, la conciencia de cada uno es propia. El buen hacer de las personas va con uno mismo y creo que todos podemos aportar un pequeño granito de arena para conseguir una convivencia sana y responsable.

Josefina Palos Bernad

ZARAGOZA

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