Lengua materna

El primer cuento, el primer día de clase, el primer amor, el primer trabajo… suelen habitar en un lugar especial de nuestra vida, aunque luego lleguen a ella otras lecturas, otros estudios, otras relaciones, otras ocupaciones. De la misma forma lo hacen las primeras lenguas, las maternas o familiares, aquellas con las que aprendimos a hablar, a nombrar y a comprender el mundo que nos rodeaba, es decir, a adquirir el lenguaje y a comenzar a desarrollar la competencia comunicativa, aunque después aprendiéramos otras en la escuela o en la sociedad, por necesidad o por placer.
El 21 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, instituido por la Unesco en 1999, para recordar su importancia en el desarrollo personal y en el de sociedades más diversas, pacíficas y sostenibles. Sin embargo, muchas lenguas maternas no son oficiales y ello contribuye a su desvalorización y a su desaparición. Para evitar esta situación, que lleva a la pérdida de un idioma cada dos semanas, la Unesco ha elegido como tema este año el fomento del multilingüismo, con el fin de no dejar atrás a ningún hablante, a ninguna lengua.
En Aragón, numerosas actividades, programadas por diferentes entidades (se hallan en la web institucional ‘lenguasdearagon.org’), conmemorarán este día que el aragonés y el catalán son también lenguas maternas de algunos aragoneses. Sin duda, la primera palabra escuchada o dicha en una lengua es la voz que nos hizo ser y estar en el mundo, y no se puede renunciar a ella.