El ruido que hacen los compañeros

En una plataforma digital que permite la escucha, a través de internet, de un amplísimo catálogo musical, han tenido la idea de incluir una selección de ‘piezas’, con el título ‘El sonido de los colegas’ (‘The sound of colleagues’), en las que en lugar de canciones se oyen los ruidos propios de una oficina a pleno rendimiento. El caótico tecleteo de decenas de dedos, los tonos variados de los teléfonos, el runrrún de las conversaciones, el movimiento de sillas, los pasos, el roce de los objetos más diversos sobre las mesas... Todo ello compone una especie de ‘música’ de fondo que puede proporcionar ‘compañía’ a muchos de quienes, en estos tiempos, se han visto obligados a abandonar las oficinas para trabajar desde sus casas. Una vacuna, en cierto modo, contra la soledad del teletrabajo.

Porque, por más que el teletrabajo haya sido la tabla de salvación para muchas empresas y empleados, lo cierto es que su abrupta, obligada y masiva adopción también ha puesto de relieve sus inconvenientes. Y uno de los principales, ya hay encuestas que lo subrayan, es la frustrante sensación de soledad que invade con frecuencia al teletrabajador. Otro, no menos importante, es la incomodidad de trabajar largas horas en espacios y con muebles que no están pensados para ello; y con medios informáticos de ‘calidad doméstica’, inferior a la profesional.

Se dice que el teletrabajo ha llegado para quedarse; y en cierta medida puede ser. Pero el éxito de ‘The sound of colleagues’ demuestra que hay que darle al asunto un par de vueltas y que no es, desde luego, una panacea.