El mercado laboral español ha protagonizado su peor arranque de año de los últimos siete. Además, el paro registrado en Aragón ha crecido respecto a diciembre de forma más acusada (4,28%) que en el conjunto de España (2,85%). Aunque enero nunca es bueno para el empleo, en esta ocasión coincide de forma inquietante con la polémica en torno a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que debería haber sido más progresiva, y el consecuente incremento de los costes laborales para las empresas.

El inicio de año siempre deja datos malos en el mercado laboral como consecuencia del fin de la campaña de Navidad, pero este enero ha sido especialmente negativo. El número de afiliados a la Seguridad Social ha caído en 244.044 personas, lo que supone el peor mes de enero desde el año 2013, cuando España estaba todavía inmersa en la crisis económica iniciada en 2008. En Aragón, el paro registrado ha subido en 2.779 personas respecto a diciembre, lo que deja la cifra total de desempleados en la Comunidad en 67.635. Aragón continúa, pues, con mejor tasa de paro que el conjunto de España, pero con una mayor desaceleración de su reducción desde que se comenzó a sentir el efecto de la ralentización económica.

Estos malos datos deben llevar al nuevo Gobierno, en coordinación con todos los agentes socio-económicos y con las Administraciones regionales, a poner en marcha políticas para incentivar la creación de más empleo y más estable. En un contexto de desaceleración económica global, todos deben valorar, además, las consecuencias para las contrataciones de las anunciadas subidas de impuestos, derogación de la reforma laboral o la reciente subida del SMI. La pérdida de pulso en el crecimiento requiere sondear planes de estímulo que aumenten la inversión en la industria y promuevan el cambio hacia modelos de producción con más valor añadido.