Por
  • Eva Pérez Sorribes

Coalición o colisión

Borja Sémper, en la rueda de prensa en la que ha explicado este martes su decisión de alejarse de la política.
Borja Sémper, en la rueda de prensa en la que explicó este martes su decisión de alejarse de la política.
Efe

Un gran profesor de Políticas nos decía en la Facultad de Periodismo que quien no es buena oposición nunca podrá ser tampoco un buen gobierno. Y no le faltaba razón. Pero ambas cosas hacen falta para emprender las reformas que necesita España y generar consensos: un gobierno eficiente y una oposición responsable. No es la cuestión territorial –por mucho que asfixie la agenda pública– la que condiciona la vida de los ciudadanos. Es el trabajo, la digitalización, el cambio climático, las pensiones o la desigualdad. Y para abordarlo hacen falta todos los actores de la política, cada uno en el lugar en el que lo han colocado las urnas.

Es pésimo síntoma la anunciada marcha de Borja Sémper, portavoz del PP en el País Vasco, desencantado por la influencia en su partido del populismo más reaccionario. Tampoco son asumibles ni tolerables declaraciones como la de Antonio González Terol, vicesecretario de Política Territorial del PP, de su formación en Barbastro: "Mi partido hará todo lo que pueda para que la legislatura dure lo menos posible". Se llama prejuicio cuando algo se juzga antes de que ocurra y se llama irresponsabilidad y mal perder cuando no se acepta el veredicto parlamentario y se orilla el interés general por la ambición partidista. Al Gobierno de Sánchez, en este momento crucial le exigiremos trabajo y buena gestión, pero al PP hay que pedirle lo que le toca, que controle al Ejecutivo, que centre acuerdos y propicie consensos. Solo así ganaremos todos y saldremos por fin del eterno paréntesis. Queremos coalición no colisión. Y aquí no solo hay dos partidos, entran todos. Porque si no, perdemos todos. 

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