Por
  • Luisa Miñana

Fragilidad

Cuidar unos de otros, cuidar de todos es el fundamento de la sociedad.
Cuidar unos de otros, cuidar de todos es el fundamento de la sociedad.
HERALDO

Porque vivimos tiempos de vocación insolidaria, conviene recordar que un pilar fundamental para una sociedad adulta y cohesionada es la corresponsabilidad en el cuidado de todos los ciudadanos, especialmente de los más frágiles, porque la fragilidad no paliada es el factor clave para la desigualdad y el dolor.

Mi sobrino Daniel, que tiene parálisis cerebral, ha cumplido veinte años. He vivido, tan cerca como he sido capaz, con él y sus padres el camino hasta hoy. La neuróloga que nos enseñó la imagen del cerebro herido de Daniel no fue capaz de calmar un mínimo nuestra angustia gigante, porque no pudo o no supo responder a una pregunta muy simple: ¿y ahora qué hacemos? Descubrimos por nuestra cuenta la Atención Temprana y braceamos, no sin desesperación, hasta que Daniel tuvo su plaza y empezó sus terapias. Al tiempo, la Atención Temprana fue integrada en los Servicios Sociales y es un ejemplo de la importancia del apoyo de la sociedad, cuando llega la fragilidad. 

Persisten muchas carencias todavía y en muchos aspectos, ante las que los colectivos del ámbito de la diversidad funcional continúan reclamando instrumentos coordinados y presupuesto para subsanarlas, aunque también es cierto que el pasado fue un erial. La Ley de Servicios Sociales de Aragón ha cumplido diez años. Que exista es fundamental, y su aniversario, un buen momento para recordar que fue el cuidado mutuo la razón primera, contradicha tantísimas veces, para agruparnos en sociedad y vivir juntos. Todos.

Luisa Miñana es escritora

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