Por
  • Alberto Jiménez Schuhmacher

Apoptosis

células
Células

A veces para vivir hay que morir. Somos organismos pluricelulares construidos por billones de células. Muchas de las suyas están ahora mismo dividiéndose, mientras lee estas líneas, para regenerar sus tejidos y permitir el correcto funcionamiento de su organismo. Pero si sus células estuvieran siempre dividiéndose usted tendría un problema. Uno serio. Sus intestinos acabarían midiendo kilómetros; su médula ósea, donde se produce la sangre, pesaría toneladas… Por eso inventar la muerte celular programada, la apoptosis, fue un éxito durante la evolución. Porque si no se murieran algunas células, miles se le están muriendo a usted mientras lee esto, no podríamos sobrevivir. Hay muchas formas de muerte celular y gracias a estos mecanismos se eliminan, de forma controlada, las células que ya no le son útiles o que pueden ser dañinas.

La escritora Irene Vallejo nos diría que apoptosis viene del griego apó ‘a partir de’ y ptsis ‘caída’, y el médico Lewis Thomas compararía las relaciones de nuestras células en los tejidos y órganos con las de las personas en las sociedades humanas. Evolutivamente creo que las leyes deberían contemplar una apoptosis política, aquella que ‘a partir de’ un momento de inutilidad de algún político para una sociedad se promoviera su ‘caída’. Ante la incapacidad de ponerse de acuerdo debería activarse un mecanismo de caída política programada o programática para dar paso a otras personas con nuevas capacidades. Se trata de sobrevivir. Sería un éxito evolutivo.

Jefe del grupo de Oncología Molecular del IIS Aragón

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