Escuelas 'exin castillos'
¿Se imaginan un barracón para recibir durante años a los alumnos en un colegio concertado de Aragón? Impensable, nadie lo permitiría. Mareas muy altas hubieran inundado las calles que tomaban cuando los recortes eran de otro color político. Hoy, verde que te quiero verde, parecen mareas muertas. Pero ahí los tienen: barracones -aulas prefabricadas, según el eufemístico diccionario oficial- hechos y derechos.
Tenemos una magnífica red de escuelas y una educación pública de la que presumir, pero poco dada a la autocrítica. Como si no tuviera problemas ni las exigencias, muchas prejuiciosas, que con frecuencia sentencian a la concertada. ¿Alguien cree de verdad que los padres y los niños que se van a quedar sin patio de recreo o sin cubierta que les proteja los días de lluvia estarán contentos? Es la oferta 'exin castillos' de la misma DGA socialista que intentó suprimir conciertos escolares absolutamente necesarios para llegar a toda la población, y acabó sacando a la calle a miles de personas que reclamaban el mismo derecho que todos a ser escolarizados sin costar un duro más. O menos, como bien saben esos políticos y gestores que prometieron acabar con las aulas prefabricadas este curso. Dicho y hecho: de 25 a 40 barracones el año de su anunciada supresión.