Responsabilidad política

Lambán, en la sede del PSOE durante la noche electoral
Lambán, en la sede del PSOE durante la noche electoral
Oliver Duch

España ya vivió 314 día con un gobierno en funciones y, aunque en ese periodo la economía mejoró y el paro disminuyó, sería muy insensato concluir que sin políticos al frente las cosas pueden ir incluso mejor. La interinidad es sinónimo de incertidumbre, terreno del que siempre huyen las empresas y los inversores, que ahora están a la expectativa y mirando de reojo si la investidura de Sánchez se va a desbloquear con un acuerdo con Podemos que imprimiría carácter a las políticas que impulsan o neutralizan sus apuestas estratégicas. El primer intento de investidura se producirá el próximo día 22, tres meses después de las generales de mayo, sin garantías y bajo la amenaza de una repetición electoral en noviembre en la que cabría todo. Incluida la posibilidad de que las cosas se compliquen más. No nos lo deberíamos permitir. Ni en el Gobierno de España ni en el de Aragón, que con una mayoría clara de Lambán vive inesperadamente zozobras similares a las de Sánchez. Alguien va a tener que dar un paso adelante –o atrás– y asumir el ejercicio de responsabilidad con una ciudadanía ahíta de llamadas a las urnas y con un país que necesita ponerse en marcha. Que se apliquen el cuento las fuerzas parlamentarias de Aragón porque la paralización política y administrativa empieza también a pasar factura.   

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión