Victoria Gabaldón: “Los libros sobre maternidad no son literatura menor”

La periodista zaragozana (1981) presenta este viernes 24 de mayo en la librería Cálamo el nuevo número de su revista ‘MaMagazine’

Victoria Gabaldón, este miércoles 22 de mayo, en la calle Zaragoza de Madrid.
Victoria Gabaldón, este miércoles 22 de mayo, en la calle Zaragoza de Madrid.
Enrique Cidoncha

Sale otra ‘MaMagazine’, revista trimestral con base en Madrid y corazón zaragozano. La nueva es la nueve...

¡Sí, vamos avanzando! En este número, el lema es ‘a la mesa’ y el concepto engloba todo lo que sucede cuando nos sentamos a comer: las conversaciones, los elementos de convivencia, el disfrute de algo tan importante como la comida y el alimento espiritual que proporciona ese ritual cotidiano. Además, este número tiene mucho que ver con Zaragoza, porque aparecen Irene Vallejo y Claudia ‘Soul in the Kitchen’ Polo, dos mujeres maravillosas.

¿Siente usted morriña por Zaragoza, aunque la tenga a una hora de tren?

¡Claro! Mi vida comenzó allá, hasta que me fui a estudiar a Madrid siempre viví en La Jota, mi barrio. Lo que pasa es que perdí a mis padres en el 2019 y 2020, y el regreso se hace ahora duro porque volver a ese lugar metafórico que eran ellos es imposible. Sigo doliente por esa doble pérdida, aunque es una alegría reencontrarme en mi margen izquierda con mucha gente que me conoce desde que levantaba apenas un palmo del suelo. Zaragoza es una ciudad vibrante, la joya ‘desconocida’ de este país, una ciudad con tres ríos y un patrimonio maravilloso.

Algo brilla, pero es cierto, falta. ¿Qué tenemos que hacer para que la joya brille aún más?

Egoístamente me gustaría que no cambiara demasiado, que la gentrificación brutal de Madrid no llegue allá y siga siendo un lugar para sus vecinos. Los de Zaragoza tenemos personalidad;un amigo madrileño bromea diciendo que cuando las mañas nos enfadamos somos como una crecida del Ebro, pero es que lo nuestro es un modo de ser noble, ‘para afuera’, expresivo y apasionado.

En La Jota hay dos santos laicos: Mariano Casanova y Kase.O.

¡Claro! Fui tan ‘groupie’ de Héroes como de Distrito 14. No he compartido con Kase.O, pero sí con Bunbury; de hecho, un tío mío me llevó al último bolo de Héroes en Zaragoza antes de la gira del 2007; fue en la plaza de toros, tenía 14. Luego trabajé en la discográfica EMI y tuve la oportunidad de conocer a Enrique, siempre será uno de los más gratos recuerdos de esa etapa. Fue con el hermoso disco que hizo junto a Nacho Vegas, ‘El tiempo de las cerezas’.

En ‘MaMagazine’ se habla de maternidad responsable... y de muchas cosas más.

De hecho, más que hablar de responsable, tratamos de aplicar una amplitud de miras que trascienda la maternidad y paternidad heteronormativas; hay muchos tipos de familia, y lo que realmente deseo para madres y padres es que ejerzan de manera deseada, y que todos y todas puedan tener descendencia con los mimbres sociales, políticos y económicos necesarios para hacerlo del modo más gozoso posible. Hay que contrarrestar ese mensaje de que criar es algo improductivo: de eso nada, al revés. Los libros sobre maternidad no son literatura menor, porque el concepto tiene una dimensión amplia, desde lo emocional a lo político, social y cultural. Que se minusvalore esta necesidad de introspección, individual o colectiva, es una señal de la época en la que vivimos.

Su madre era una lectora ávida. Le dejó una buena herencia emocional...

Me hubiera encantado compartir todo esto con mi madre, no llegó a verlo. Siempre estaba con un libro en las manos.

¿Qué tipo de enfoque aplica en la revista?

Trato de que el abordaje de cada historia tenga un punto mágico. Pones la antena, las atrapas y encajas las piezas. En la primera revista hablamos de un nuevo ‘babyboom’, de narrativas alternativas sobre la maternidad; en otra ocasión, la frase ‘demasiadas mujeres’ aludía a esas críticas hacia nuestra presencia creciente en espacios que hasta hace poco eran inaccesibles para nosotras. Además, ¡es el nombre de una canción de C.Tangana! –ríe– y hay muchas buenas reflexiones que brotan de canciones, charlas, exposiciones, libros, películas...

Hablando de charlas nutritivas, tuvo usted una muy curiosa con Elvira Lindo.

Le admiraba y le admiro mucho, además. Fue por un artículo de opinión suyo hablando de las madres ‘ensimismadas’; le escribí diciendo que me sentía aludida, y que desde el respeto más absoluto pensaba que estaba restando valor al relato de la maternidad con ese texto. Me contestó de modo exquisito, quedamos, tomamos un té nos abrazamos y me soltó «aquí me tienes». Le hice una entrevista preciosa en la revista, donde me dijo que ahora era consciente de ciertas cosas sobre las que quizá no había reflexionado; la violencia obstétrica y sus secuelas, por ejemplo. Seguimos hablando con cierta frecuencia.

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