Schubertiada: un festín de lieder
La voz de Irene Mas, introducida con todo el sentimiento del mundo por ese clarinete clásico, atacaba el lied ‘El pastor en la roca’ ('Der Hirt auf dem Felsen'), de Schubert. La soprano mallorquina, de precioso timbre, se recreó en sus modulaciones melódicas cargadas de ecos pastoriles tiroleses y aromas alpinos. Mas, rutilante, afrontó sobrada los descensos a las notas más graves merced a su voz flexible y bien equilibrada y coronó con éxito esta bella pieza vocal en un radiante final cargado de sincopas espectaculares.
La ‘schubertiada’, un festín de lieder de Franz Schubert inspirado en los que los que el compositor vienés solía organizar junto a otros amigos músicos, había comenzado con piezas como ‘Credo primaveral’. Aquí percibimos los primeros atisbos del fraseo cálido e inmaculado de la balear, acompañados por el sonido aterciopelado de un instrumento tan poco común en los auditorios como el fortepiano, padre del piano moderno. En este caso tañido por Alfonso Sebastián, que cuidó con mimo a su cantante a lo largo de todo el recital. Sebastián estuvo especialmente brillante en ‘Margarita en la rueca’ ('Gretchen am Spinnrade'), donde mantuvo el tempo con consistencia en ese duro dibujo en ‘ostinato’, que sugiere el girar continuo de la rueda.
Irene Mas siguió exhibiendo líneas de canto muy hermosas con una dicción meridianamente clara del alemán en ‘Auf dem Strom’, otro de los grandes lieder del compositor vienés. En este caso su voz estuvo arropada con general acierto por una primitiva trompa de pistones tañida por Carlos González, quien también ofreció un fragmento de Beethoven como refrigerio instrumental. Así mismo escuchamos a Joan Calabuig en unas espectaculares ‘Variaciones sobre Nel cor più non mi sento’, de J. Backofen para ‘corno di bassetto’. Largos aplausos y un bis.
