La irresistible e infernal atracción de 'El jardín de las delicias'

Un estudio demuestra que los espectadores dedican más atención y más tiempo al Infierno que al Paraíso en el genial tríptico del Bosco.

El tríptico ‘El jardín de las delicias’, pintado por el Bosco hacia 1500. A la izquierda la tabla del Paraíso, en el cento la de la Tierra y a la derecha la del Infierno. Museo del Prado
El tríptico ‘El jardín de las delicias’, pintado por el Bosco hacia 1500. A la izquierda la tabla del Paraíso, en el cento la de la Tierra y a la derecha la del Infierno. Museo del Prado
Museo del Prado

El atractivo del infierno parece irresistible. Más si se trata del que pintó el Bosco (Hieronymus van Aken, Hertogenbosch, Países Bajos, c.1450-1516) en 'El jardín de las delicias', una de las obras icónicas del Museo del Prado. Ante el tríptico del primitivo genio flamenco, uno de los hitos del museo junto a 'Las meninas' de Velázquez o 'Los fusilamientos del 3 de mayo' de Goya, la mirada del espectador se ve indefectiblemente atraída hacia su panel derecho, en el que se sitúa el Infierno. Lo miramos más y durante más tiempo y sus diabólicas figuras nos seducen más que las benéficas divinidades pintadas en el Paraíso.

Así lo confirma un estudio de la Universidad de Elche (Alicante) que, gracias a las últimas tecnologías, ha analizado qué miramos y cómo en el cuadro del Bosco. Durante cuánto tiempo lo contemplamos, dónde nos posicionamos para verlo y cuáles de los cientos de figuras y objetos que atesora atrae más nuestra atención.

El estudio revela que el observador que se coloca frente a la famosa tabla se detiene más tiempo y presta más atención al Infierno. Situada a la derecha, la tabla que representa el Averno atrae con más intensidad la mirada de quien contempla 'El jardín de la delicias' que se exhibe en la siempre atestada sala 56A del Museo del Prado. La tecnología constata que el tiempo promedio de observación del panel del Infierno es de 33,2 segundos/metro cuadrado, frente a los 26 de la tabla central, al de la Tierra y los 16 del Paraíso.

Esta diferencia también se observa claramente en el tiempo de fijación por cada panel. El visitante dedica 30,9 segundos/metro cuadrado al panel del Infierno, frente a los 21,6 de la tabla central y los 12,6 del panel izquierdo que corresponde al Paraíso.

El estudio analiza las figuras que concitan más atención del espectador según el tiempo de observación. Y entre todos de surrealistas engendros, seres humanos y delirantes objetos del tríptico imaginados por el Bosco nos llama la atención el misterioso y presunto autorretrato del pintor neerlandés, el único que se diferencia por su tamaño del resto de personajes en el infernal panel derecho y que nos devuelve la mirada cuando observamos su obra.

Mapa de calor

El estudio ha permitido generar un mapa de calor que refleja las partes del cuadro que más llaman la atención de cada espectador. La tecnología también es capaz de registrar de manera simultánea la observación y el tamaño de sus pupilas, lo que proporciona información relevante sobre las respuestas emocionales. "Cuando miran a Dios, hay una mayor dilatación de las pupilas. Y en el panel del Infierno, con la visión de las orejas cortadas y el cuchillo también pasa", indica Eduardo Fernández Jover, director del estudio. Las pupilas de las mujeres se dilatan más que la de los hombres ante la pintura, lo que denota mayor emoción.

Ha sido igualmente revelador comprobar el recorrido visual de la obra parte en el 46% de los casos del panel izquierdo de la obra, continuando luego al central y finalizando en el derecho. Paradójicamente, un 35% comienza su observación por el panel central y solo un 20% por el derecho, que es el que acaba atrapando.

Ha sido en el Museo del Prado con la obra del Bosco 'El jardín de las delicias'

El tiempo medio de contemplación de la obra es de 4,08 minutos, demostrando que esta sigue cautivando la mirada de quien la contempla 500 años después de que fuera creada. Las mujeres también observan las tablas durante más tiempo que los varones, 4,17 minutos frente a los 4.08 de media. También las mujeres superan a los hombres en tiempo normalizado en cada zona: panel izquierdo (19 segundos frente a 15; panel central (27-25 segundos) y el panel de la derecha (36-32 segundos). Un 46% de los observadores creen que el color predominante es el verde y un 46% el azul.

Pintado en torno a 1500, una de las últimas teorías desarrolladas sobre el tríptico lo concibe como una pieza de conversación. Se supone que ya en el Palacio de Nassau de Bruselas, primer destino del tríptico, sus dueños lo mostraban a la élite de la época y conversaban sobre ella, algo que sucede a diario en la sala donde hoy se exhibe en el Prado.

El trabajo se ha realizado con una muestra de 52 personas de diversas nacionalidades de entre 10 y 70 años. Todas se prestaron a ponerse los dos modelos de tecnificadas gafas que analizaba su mirada al observar el tríptico. Un 60% fueron mujeres y un 40% hombres. Un 48% ya conocía el cuadro y un 52% no. Conectadas a un ordenador, las gafas registraban de manera independiente la dirección tanto de la cabeza como de los ojos y los movimientos sacádicos -aquellos rápidos y simultáneos que realizan ambos ojos cuando están observando- así como el tamaño de cada una de las pupilas.

El estudio ha sido realizado por el Grupo de Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández (UHM) de Elche que dirige Fernández Jover, catedrático de Biología Celular. Han aplicado tecnologías que profundizan en el comportamiento del público frente a la pintura y que se utilizan también en el tratamiento de personas ciegas. Esta mirada científica no solo no se limitará al tríptico del Bosco y es muy probable que se realice el mismo estudio con otras obras icónicas de la pinacoteca como 'Las meninas'.

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