¿Qué hace un trocito de Bali en medio de los Monegros?
Acaba de abrir El Jardín de Gala, un casa de alojamiento turístico en Castejón de Monegros que aspira a ser un oasis en mitad del desierto.
El oasis es tan consustancial a la idea de desierto como la arena. ¿Por qué el de los Monegros no iba a tener uno? Desde el pasado domingo es una realidad gracias a la materialización del sueño de Jessica Zueras, natural de Castejón de Monegros. En la localidad oscense donde tiene sus raíces, esta diseñadora de interiores acaba de poner en marcha un proyecto (junto a su marido, Miguel Nogueras, también natural de Castejón) en una casa de su propiedad que ha convertido en una vivienda de alojamiento turístico imbuida del exotismo del sudeste asiático.
"Quería generar un contraste entre los sequísimos paisajes monegrinos que últimamente tan de moda están y gustan tanto para anuncios o reportajes de moda", explica Jessica. Así, El Jardín de Gala, como se llama la casa en honor a su hija de 3 años, es una explosión de color y vegetación pensada para ser disfrutada en familia o con amigos. "Y prácticamente para no salir de ella", apunta Jessica.
Efectivamente, El Jardín de Gala presenta las maneras de un resort, con la piscina como elemento central. El patio gira en torno a la pileta turquesa, en torno a la cual se han dispuesto tumbonas y elementos, como camas y sombrillas balinesas, importados ex profeso por el estudio de Jessica, Con Mucho Gusto. Otra particularidad que le añade gran atractivo al alojamiento es un gran porche con una zona de estar al aire libre, que comprende un comedor y una cocina perfectamente equipada.
La piscina es climatizada ("la única de la zona, en eso no tenemos competencia", puntualiza Jessica) con lo que la idea es que esta zona exterior pueda ser disfrutada desde ya mismo hasta entrado noviembre, dependiendo del tiempo.
Además de la zona exterior, la casa, que tiene capacidad para 14 personas tiene cinco dormitorios temáticos llamados La Laguna, Tropical, Amazonas, Jungla y Manglar.
Todos ellos tienen papeles pintados con motivos exóticos, telas estampadas de vivos colores y muebles de maderas y materiales muy de moda como el ratán o el bambú.
La casa se alquila completa a un precio que oscila entre los 500 y 600 euros la noche.
