Y la neurona se hizo arte contemporáneo

El Año Cajal arranca con una exposición en la que creadores de ocho países exploran la figura del científico en el Museo Pablo Gargallo

Pocas horas después de que el Ayuntamiento aprobara el cambio de nombre de la Gran Vía Zaragozana, que a partir de este jueves es la Gran Vía de don Santiago Ramón y Cajal, el Museo Pablo Gargallo ha inaugurado una exposición sorprendente que explora la relación del científico con el arte a través de obras contemporáneas.

El argentino Leonard Blanc, la brasileña Janaina Mello, los españoles Susana Ballesteros, Jano Montañés, Luis Miguel Gutiérrez y María Peñil, el australiano Simon Colton, la británica Amy Smith, el estadounidense Greg Dunn, la francesa Jacqueline Roberts y el guatemalteco Jorge Chavarría  participan en la muestra 'Cajal 2022. Una visión artística', con obras que en buena parte han sido creadas ex profeso para la cita.

Sergio Artiaga ha ejercido las labores de comisariado de una muesta que se planteaba como "un discurso híbrido, que desgranara a un tiempo los logros del científico y los vinculara con obras de arte contemporáneo. Se han organizado hasta ahora muchas exposiciones en torno a Cajal, y no era lógico repetir fórmulas ya utilizadas antes, así que nos hemos decantado por una exposición que presente los logros del científico y sus publicaciones junto a la obra de nueve artistas que se han inspirado ya en él o a los que se les ha pedido que elaboren obras nuevas para esta exposición". 

El resultado es sorprendente y el recorrido pone el acento en los vínculos de Ramón y Cajal con la capital aragonesa. De hecho, se abre con una frase extraída de una de sus cartas: "Zaragoza es algo mío, muy íntimo, que llevo embebido en mi corazón y en mi espíritu y palpita mi carácter y en mis actos". A partir de ahí se aborda el Cajal dibujante o el Cajal fotógrafo pero, sobre todo, se pone de relieve cómo diferentes artistas contemporáneos, de trayectorias, procedencias y estilos muy diversos, pueden inspirarse en los descubrimientos de Cajal. El argentino Leonard Blanc, por ejemplo, parte de una experiencia personal: sufrió un accidente de automóvil y, en el proceso de recuperación, le hicieron cientos de resonancias magnéticas del cerebro. En la exposición presenta los dibujos que hizo de muchas de ellas.

El Cajal fotógrafo (se expone un expresivo retrato que el investigador hizo a su mujer, Silveria Fañanás) se ciñe a una de sus técnicas, la del colodión húmedo. Lo abordan el guatemalteco José Luis Chavarría con retratos realizados también en placas de vidrio; y la francesa Jacqueline Roberts con algunas de las imágenes de su serie de retratos femeninos 'Réminiscence'. 

"Cajal pudo haber sido fotógrafo o pintor -señalaba este jueves Sergio Artiaga-. Fue neurólogo, pero también pudo haber sido patólogo y haber dedicado su vida a estudiar las bacterias". Y esa faceta no desarrollada del todo (aunque el científico publicó estudios sobre el cólera) la aborda la española María Peñil Cobo de una forma especial. Presenta en la muestra varios cultivos de bacterias encerrados en sus propias placas de Petri. Son cultivos vivos, que evolucionan con el tiempo, y por eso se presentan junto a fotografías que muestran cómo eran poco después de ser creados. Así el visitante puede apreciar los cambios. Pero si vuelve a la exposición una semana después de visitarla por primera vez, también apreciará cambios.

El Cajal científico, intelectual y mito lo aborda otro español, Luis Miguel Gutiérrez Pérez, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, investigador del Instituto de Neurociencias y también pintor. Presenta óleos sobre lienzo que muestran diversos aspectos del cerebro humano. El estadounidense Greg Dunn, que también es neurocientífico, inventó una técnica artística, 'Self reflected', basada en micrograbados reflectantes que crean escenas neuronales. También presenta sus obras en el Pablo Gargallo.

Técnica también especial es la de los aragoneses Susana Ballesteros y Jano Montañés, de Opn Studio, que llevan desde 2007 trabajando para fundir en su trabajo el arte, la ciencia y la tecnología. Sus obras se basan en el principio del patrón de moiré, a partir de imágenes superpuestas logran composiciones animadas según el movimiento del visitante de la sala. Y la brasileña Janaina Mello presenta una de sus 'ciclotramas', palabra con la que designa obras realizadas con cuerda trenzada. Con este material ha diseñado un enorme tejido neuronal, pensado especialmente para esta muestra.

Y el recorrido se cierra con el apartado 'Las neuronas después de Cajal'. Allí, el británico Simon Colton presenta un retrato de Cajal generado a partir de la superposición de las imágenes de 1.000 neuronas. Colton, en colaboración con una de sus alumnas, la británica Amy Smith, ha aportado a la exposición también varias vistas neuronales generadas mediante inteligencia artificial.

La exposición 'Cajal 2022. Una visión artística' se plantea como el pistoletazo de salida al programa cultural con el que se quiere conmemorar el 170 aniversario del nacimiento del científico y el centenario de su jubilación. "Vamos a reivindicar su figura en solitario, pero también de forma conjunta con otras instituciones", ha señalado este jueves la vicealcaldesa Sara Fernández. En la presentación de la muestra ha participado también Romana Erice, jefa del Servicio de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza.

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