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La orgía perpetua de Blanca Luz Brum

Miguel Albero le dedica una monografía deliciosa a la poeta uruguaya, publicada en Málaga por Zut, que fue el gran amor de David Siqueiros

La mujer que enamoró a Neruda y Siqueiros.
La mujer que enamoró a Neruda y Siqueiros.
Archivo HA.

Blanca Luz Brum terminó sus días apoyando a Pinochet y paseando desnuda por la isla de Robinson Crusoe (antes conocida como isla Más a Tierra), en el archipiélago de Juan Fernández, que llevaba el nombre de la novela de Defoe porque así se lo pidió ella al presidente Eduardo Frei. Pero, durante muchos años, Blanca Luz fue una mujer agreste y revolucionaria, que se casó cinco veces, publicó libros de poemas que hoy muy pocos recuerdan, pasó del comunismo y la pasión por José Carlos Mariátegui a trabajar junto a Perón (escribió en 1972 ‘En brazos de su pueblo regresa Perón’ y este la distinguió invitándola a su tercera toma de posesión como presidente del país el 12 de octubre de 1973), que conoció a Sandino en México y escribió sobre él en su libro ‘Blanca Luz contra la corriente’ (publicado por Ercilla en Santiago de Chile en 1936), y de la que Neruda contó en sus memorias que se entregó a él, con García Lorca como atribulado testigo. 

Neruda, mientras la desvestía, le pidió a Lorca que fuera a asegurarse de que no venía nadie, y al cumplir el encargo el granadino tropezó, se cayó y se rompió una pierna. Blanca Luz confirmó el accidente de Lorca, pero negó que quisiera mantener relaciones sexuales con Neruda.

Al contrario, fue este, en estado de ebriedad, quien intentó llevársela a la cama. En cualquier caso, todo hubiera sido posible, porque las hazañas sexuales de Brum dieron la vuelta a América, y se cuenta que cuando Vicente Huidobro la invitó a su casa, la mujer del poeta, al verla pasearse desnuda por el salón, la echó con cajas destempladas.

Había nacido en Pan de Azúcar (Uruguay), en 1905, y a los 19 años se fugó del colegio donde estaba internada y se casó con el poeta Juan Parra del Riego, que moriría unos meses más tarde tras dedicarle un libro de poemas, ‘Blanca Luz’, publicado en Montevideo en 1925. Sólo unos días antes había nacido su hijo Eduardo. 

Su segundo marido será un poeta vanguardista y revolucionario, César Miró Quesada, con quien se casa sólo por estar cerca de Mariátegui, que era en verdad de quien estaba enamorada. Ya por entonces, en 1926, Blanca Luz había publicado dos libros de poemas que no he visto jamás. En esa época colaboró en ‘Amauta’, la revista vanguardista que dirigía Mariátegui, y creó su propia revista, ‘Guerrilla’, con título suficientemente indicativo de por dónde iban sus intereses políticos y literarios. Su momento más álgido llegará con su matrimonio con el muralista mejicano David Alfaro Siqueiros, que será el gran amor de su vida.

Esa relación, tormentosa y apasionada, que terminará con Siqueiros agrediendo a su mujer en público en un bar de Montevideo, la llevará a visitar a su marido en la cárcel y seguirle en el destierro (su militancia comunista en el México de entonces, con el partido ilegalizado, suponía vivir una vida de alto riesgo), pero también a correrse juergas con Marlene Dietrich, Chaplin o Charles Laugthon en Hollywood o a alternar en fiestas con Diego Rivera y Frida Kahlo. Cuando rompa con Siqueiros, elegirá ya maridos ricos e influyentes y decidirá no pasar nunca más penurias, aunque tendrá que ver cómo mueren en plena juventud sus dos hijos varones.

Miguel Albero acaba de dedicarle a Brum una monografía deliciosa, publicada en Málaga por Zut. Es una pequeña joya y una guía inmejorable para conocer a la uruguaya. Yo sólo tenía un libro suyo, pero voy a buscar los demás. Aunque será difícil que la obra supere a la vida.

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