Viernes, 13 de marzo de 2020. Empezaba el fin de semana y nos ordenaron que nos quedáramos en casa. ¿Qué pensaron entonces?

La verdad es que, de manera intuitiva, en toda España decidimos cerrar por precaución. Nos sentíamos obligados con el público. Nuestro sector ha sido responsable desde el primer momento, y una vez aplicadas las leyes, hemos ido simplemente obedeciendo.

Algo bueno tendría el parón.

Creamos una plataforma que aglutinara a artistas, promotores, técnicos de montaje, de sonido, de vídeo... Hubo intentos de hacer asociacionismo y no funcionaron, pero esta vez hemos tenido tiempo y lo hemos logrado. Gracias a eso pudimos negociar con el Ayuntamiento, por ejemplo, la programación de verano del Jardín de Invierno.

Y el público respondió. ¿Hay voluntad de seguir en esa línea?

Tenemos la duda de si el Ayuntamiento quiere seguir con esta dinámica. Lo del Jardín ha sido un éxito, y creemos que ha cubierto una necesidad. Zaragoza, la quinta ciudad de España, es la única que no tiene una programación de verano regular. Y es que cambia el gobierno, y vuelta a empezar. Lo llamo la teoría del año cero. Con las instituciones siempre es año cero, siempre hay que volver a negociar. Hemos manifestado nuestra voluntad de seguir, y el público ha demostrado que tenía ganas. Luego se nos llena la boca con que queremos que vengan turistas. Algo tendrás que ofrecerles, además del Pilar. La pandemia fue una pena porque estábamos en un momento alucinante. Había venta de entradas, muchos locales, una programación variadísima, a la altura de cualquier gran ciudad europea. Nos faltaba, y nos sigue faltando, algo de público, y ese es uno de nuestros caballos de batalla, buscarlo.

¿Y cómo pretenden hacerlo?

Ya estábamos detectando que teníamos poco público juvenil, probablemente por nuestras propias inercias. Algunos promotores pensamos ya en buscar artistas muy jóvenes que están en las redes, en Instagram, en Tik Tok, sacarles del ordenador y subirles a un escenario. Esa gente tiene sus propios públicos, chavales de 16, 18, 20 años, que si empiezan a venir a conciertos, seguirán yendo a conciertos. El sector de la música tiene que reflejar la vitalidad de la ciudad. Y si a nuestro alrededor se producen estos fenómenos, nosotros tenemos que reflejarlo.

Pero también habrá que cuidar al público consolidado.

Por supuesto, tenemos que consolidar nuestros estilos y públicos favoritos. Por ejemplo, La Casa del Loco es, desde sus inicios, una sala de rock y pop, aunque hayamos tocado todos los estilos. Siempre ha sido nuestra voluntad traer artistas de fuera, juntarlos con artistas locales y mantener las músicas básicas de la historia del rock, el rock duro, el garage, el soul… Así que, cada dos meses, vamos a programar pequeños festivales de esos estilos que se dan por muertos, pero que están muy vivos. Músicas de los años 50 y 60, que tienen públicos muy fieles, pero muy minoritarios. Y que si les das algo, acuden en masa. Empezaremos en febrero. Si todo va bien, 2022 va a ser una locura de oferta musical, va a ser brutal. Pero, ¿tendremos público para todo?

¿A nivel sectorial, qué le piden al año?

Continuar con la idea de hacer cosas conjuntas, tener representatividad de sector para ganar la fuerza que nos faltaba. Somos un sector muy desrregulado, llevamos cinco años a la espera del estatuto del artista, que está en un cajón de alguna subcomisión del Congreso. Además, es un sector con muchas intermitencias. ¿Cómo gestionas la intermitencia de la cultura? No hacemos conciertos de ocho a tres y los fines de semana descansamos. Nadie le ha hincado jamás el diente a eso en España. Hay que conocer primero el sector, y luego regularlo. Antes hablábamos del año cero, y este lo es de verdad. 2022 es un lienzo en blanco. 

¿Quién es Chema Fernández?

Promotor musical. Chema Fernández, de Antípodas Producciones (por aquello de que nació en Australia), es el responsable de programación de la sala La Casa del Loco. Ha estado detrás de Luna Lunera, de la programación de la Expo 2008, ha promocionado, y promociona, a numerosos grupos, organiza conciertos... También ha sido músico, guitarrista e incluso crítico musical.