'Libros que importan': Haruki Murakami y Soledad Puértolas se encuentran en la plaza del Pilar

‘Libros que importan’ ha vuelto este domingo a Zaragoza y propone hasta el día 30 el intercambio gratuito de ejemplares con dedicatoria manuscrita

Lucía Pitarch, de Atrapavientos, entrega su libro a un lector que acudió este domingo a la plaza del Pilar
Lucía Pitarch, de Atrapavientos, entrega su libro a un lector que acudió este domingo a la plaza del Pilar
José Miguel Marco

Atrapavientos, la asociación creada para promover la lectura y la literatura infantil y juvenil, ha retomado ‘Libros que importan’, actividad que tradicionalmente se celebra en fechas navideñas y que supone una cadena de emociones y encuentros. Y lo ha hecho presencialmente, en la plaza del Pilar, como solía.

La iniciativa, nacida en 2016, se ha visto sonreída por el éxito, y en los últimos años se han sumado varias ciudades más a su celebración, incluso en 2019 se celebró en Ciudad de México. ‘Libros que importan’ es una especie de ‘amigo invisible’ de la lectura. Uno tiene que tomar un ejemplar de un libro que verdaderamente le ‘importe’, por el tema, por el autor, porque le impactó su lectura..., escribir una dedicatoria muy pensada, envolverlo y llevarlo a la caseta de Atrapavientos en la plaza del Pilar. Allí recibirá otro ejemplar a cambio, completamente al azar.

"Este año la novedad, por el tema de la covid, es que el formulario de registro que hay que rellenar es ‘online’ –señala Lucía Pitarch, de Atrapavientos–. Pero el procedimiento es el mismo que en anteriores ediciones. El libro que se recibe a cambio del que se trae es una sorpresa, aunque siempre damos uno de la misma categoría de edad del lector que nos acaba de entregar el suyo. Es muy importante, también, que el ejemplar tenga dedicatoria manuscrita".

La cita ya es también un punto de encuentro entre lectores anónimos y entre autores y lectores. Y resulta intergeneracional: Jesús Soto, de 75 años, acudía esta mañana, al poco de la inauguración, con un ejemplar de ‘El jardín de Ulises’, de Soledad Puértolas, con ilustraciones de David Guirao. "Es un libro que escribió para Atades y que pone en valor la amistad –señalaba–. Lo que más me gusta de esta iniciativa es el cariño de la gente". A cambio le han dado ‘El ángel fractal’, de Ramón Montes.

Lourdes Funes ha llevado ‘Una mujer y dos gatos’, de Ayanta Barilli, y recibido a cambio ‘Llegará tarde a Hendaya', de José María del Val. Javier Abril ha entregado ‘Tentativa del hombre infinito’, de Pablo Neruda, y se ha llevado a casa el ‘Ensayo sobre la ceguera’, de José Saramago.

Por la caseta de 'Libros que importan' se dejan ver siempre, el día de la inauguración, numerosos autores. David Maynar ha llevado un ejemplar de ‘En luna llena’, poemario de Pilar Martínez Barca, el primer libro que ha ilustrado, y le han entregado ‘Esperando a Robert Capa’, de Susana Fortes. Y otro dibujante, Bernal, confesaba también este domingo haber llevado una de sus obras. "No lo hago nunca, pero este año, que acabo de publicar la segunda entrega de ‘Juan sin móvil’, que me ha dado tantas alegrías, he querido compartirlas y he traído el primer libro". A cambio, ‘El diablo de los números’, de Hans Magnus Enzensberger. 

David Lozano, gerente de Zaragoza Cultural y escritor, ha apostado por ‘De qué hablo cuando hablo de escribir’, de Haruki Murakami. "Es una obra que gira en torno al esfuerzo personal y a cómo, en momentos de desánimos y tropiezos, luchar por tus sueños nunca es una ocasión perdida". Lozano ha subrayado que 'Libros que importan', en sus anteriores iniciativas, "ha demostrado que es un éxito absoluto, y el hecho de que hoy estemos de nuevo todos aquí es una buena noticia".

El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, ha querido que su elección "rinda homenaje a Félix de Azara, por eso he elegido una obra que es un canto a la naturaleza, 'Mansiones verdes', de W. H. Hudson". A cambio de ella ha recibido todo un 'long seller', ‘La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón.

La cita es también fuente de casualidades. La ex consejera Pilar de la Vega ha llevado 'Los chicos de la Nickel', de Colson Whitehead, ("una obra sobre la educación y la segregación"), y ha recibido a cambio 'Un mundo en viñetas', de Juan Royo. La casualidad ha querido que el autor, que había dejado allí el ejemplar minutos antes, estuviera todavía por la plaza del Pilar. Y ambos han acabado conversando. Lo verdaderamente importante de 'Libros que importan' son las dedicatorias, y no estaría mal que algún día se publicara un libro con ellas. El ejemplar que se ha llevado a casa Juan Royo, el 'Fotopoemario' de Joan Brossa y Chema Madoz, tenía una que palpitaba: "Le regalé el libro al hombre que más he amado. Tuvo que irse y me dejó una maleta llena de libros. Entre ellos estaba el que te he regalado. Ahora es tuyo". 

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