música

La zaragozana Mar Giménez, protagonista en la gala Person of The Year de los Latin Grammy

Becada para cursar una doble licenciatura en Composición y Producción, la joven artista está en el segundo de los cuatro años que pasará en Berklee, la universidad musical más famosa del mundo.

Mar Giménez, sentada al piano durante una actuación.
Mar Giménez, sentada al piano durante una actuación.
HA

Mar Giménez Marín estudia en Berklee, la universidad bostoniana, sin duda la institución más famosa del sector académico en el mundo de la música. Esta zaragozana de 24 años de edad está actualmente inmersa en una doble licenciatura en Contemporary Writing and Production y Music Production and Engineering: composición y producción. Es su segundo curso, y aún le quedan otros dos para concluir. En abril de 2020 se presentó a la Beca Julio Iglesias, auspiciada por la Latin Grammy Cultural Foundation -valorada en 200.000 dólares- y la obtuvo. Ahora, centrada en sacar todo el jugo a la experiencia, vive en un carrusel de emociones que incluyó un gran honor el mes pasado: grabar una interpretación a piano y voz en el ‘opening’ de la Gala ‘Person Of The Year’, que honró la carrera de Rubén Blades.

Entre los artistas que felicitaron al gigante panameño de la canción figuraban Christina Aguilera, Andrés Calamaro, Oscar D’León, Marc Anthony, Joaquín Sabina, Vicentico, Carlos Vives o Yotuel. También enviaron mensajes de vídeo Michael Bublé, Lila Downs, Jorge Drexler, Juan Luis Guerra, Natalia Lafourcade, Alejandro Sanz, Paul Simon o Sting. Mar, que este lunes valoraba con risas la llegada del frío invernal a Boston como “una razón poderosa para trabajar más duro bajo techo”, está muy feliz con todo lo que ocurre a su alrededor en estos momentos.

La participación en la gala ‘Person of The Year’ fue emocionante para la joven artista, aunque fuera a distancia. “La viví con emoción; Gabriel Abaroa, presidente emérito de los Latin Grammy, me invitó personalmente a esta participación en la gala, que obviamente llega gracias a la Latin Grammy Cultural Foundation, que me ha becado para estudiar en Berklee. Su directora, Nannette Velez, es como mi hada madrina y ángel de la guarda; Becky Villaescusa, que es la vicepresidenta de estrategia y desarrollo corporativo, también me apoya mucho”.

La Gala Person of The Year es benéfica, y tiene un gran tirón mediático a pesar de no ser un evento abierto al público... o quizá por eso mismo. “Hay unos 500 comensales pertenecientes a la industria musical en todos sus estratos, en la que se recaudan fondos para causas sociales; entre ellas, mi beca, por cierto. Fue una gran responsabilidad y también una increíble muestra de confianza en mi trabajo; Abaroa y Nannette pensaron que podía hacer una presentación digna de los valores que se querían transmitir. Lo grabamos en Berklee; así también se hizo partícipe a la universidad de este honor”.

El amor a la música

Mar empezó a fraguar su sueño musical en Zaragoza. “Lo primero fue en Sala Rono, en Zaragoza. Mi madre fue cantautora, y mi hermano Guillermo es un profesional de la música desde hace muchos años, vive en Los Ángeles, también pasó por Berklee y ha trabajado tanto en el cine como con artistas de gran relevancia, incluyendo a Bunbury. Supongo que la música siempre estuvo ahí, en casa. A los 18 me mudé a Madrid para seguir estudios más intensivos de música; odiaba hacer escalas horas y horas, yo quería dedicar todo ese tiempo a tocar y componer canciones, pero ahora me ilusiona aún más poder escribir mi música”.

Mar (en el vídeo adjunto hace una versión del 'I just can't stop loving you' de Michael Jackson', como parte del homenaje a Blades en la citada gala) no es una artista altiva. Todo lo contrario. “Lo de tocar el piano ocho horas diarias pudo derivar en algo obsesivo, fue un poco así durante un tiempo, pero lo sigo disfrutando. Grabé mi primer epé a piano y voz con mi hermano de ingeniero de sonido, encargándome de arreglos, cantar y tocar, y fue lo que presenté a la beca el año pasado. No me considero una gran pianista; de hecho, se me desencaja la mandíbula cuando veo tocar un instrumento tan complejo como el piano con maestría y naturalidad. Creo que voy a tirar más por la composición y la producción musical que a dar recitales como instrumentista, pero como herramienta me vuelve loca el piano”.

La magia de Berklee

La zaragozana sigue extasiada con su experiencia en Boston. “Siempre recuerdo mi primera clase de piano aquí con el profesor uruguayo Nando Michelin, un pianista extraordinario y buenísima persona. Estaba sentado frente a un piano de cola y esperaba que yo me sentara en otro que tenía la butaca vacía, justo al lado. Los diez primeros minutos me los pasé con lágrimas de emoción en los ojos, ¡dos pianos de cola en clase! Me sentía como si fuera en el timón de un crucero de lujo de la música. Pues todo ha seguido así, con profesores apasionados que hablan desde el conocimiento y el entusiasmo. Tengo muchísimo que estudiar, y cuanto más aprendo más veo que no sé tanto, y más quiero aprender, y así todo el rato, es una motivación constante”.

Al hablar de su hermano solo hay sonrisas, tanto las explícitas como las interiorizadas. “Siempre digo, y él se enfada, que todo lo bueno que me pasa en la música tiene algo que ver con él. Aunque nos separan algunos años, tenemos una relación muy estrecha; no solo es mi mentor en la música, también un ‘coach’ emocional, la persona que siempre está y estará ahí para ponerme los pies en la tierra. ¿Sabes? Suena fuerte la comparación, pero es que nos gusta mucho ver tenis y Guillermo sigue desde siempre la relación que tiene Rafa Nadal con su tío Toni, los consejos que le ha dado desde pequeño. Yo no soy Rafa, pero sí veo a Guillermo con el talante del tío Toni; me dice que hay que rendir en todas las situaciones, como si fuera jugar en tierra, hierba o pista rápida”.

En Berklee, además del profesorado fijo, el aliciente de las ‘masterclass’ se adereza con nombres de gran relevancia. “Trabaja como profe Javier Limón, aunque aún no lo he tenido en mis clases; viene mucho el bajista Ron Carter, el pianista Shay Maestro que trabaja con Avishai Cohen… también la cubana Dayme Arocena, a la que acompañaré como corista en concierto el próximo mes de febrero… y así todas las semanas, nos visita gente increíble que viene a compartir sus conocimientos. Ya te decía antes, un crucero musical de lujo”.

Ahora que se acercan las fechas navideñas y que Mar vuelve a casa como aquél turrón lobuno, el amor a Zaragoza se le desparrama por los poros. “La cadena de la Virgen del Pilar no me la quito nunca; es mi casa, la llevo a todas partes. El martes próximo aterrizo en Madrid y cuando mi padre me recoja en Delicias unas horas después, le pediré que vayamos directos al Circo para zamparme un pincho de tortilla. Ya lo estoy imaginando”.  

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