Un aragonés pone música a 'La casa de papel'

El zaragozano Iván Martínez Lacámara ha compuesto junto a Manel Santisteban la banda sonora de las cinco temporadas de la serie

El compositor zaragozano Iván Martínez Lacámara, en el estudio donde trabaja, en la localidad sevillana de Utrera.
El compositor zaragozano Iván Martínez Lacámara, en el estudio donde trabaja, en la localidad sevillana de Utrera.
Rafael Rodríguez Girona

‘Es el final’, ‘Estampida’, ‘La defensa de Stalingrado’... Los títulos de estas obras musicales quizá no le digan nada. Pero si le mencionan la serie ‘La casa de papel’ seguramente recordará alguna escena y la música vinculada a ella. Porque la banda sonora está pensada para ser un protagonista más. Incluye canciones heterogéneas, desde un tema de Pablo Abraira a otro de Men at Work. Pero hay mucho más: desde la cabecera a la música incidental, pasando por los arreglos para la recuperada ‘Bella Ciao’. Detrás de todo ello está Iván Martínez Lacámara (Zaragoza, 1977), responsable, junto a Manel Santisteban, de la banda sonora de todas las temporadas de la serie.

"Llevamos mucho tiempo trabajando juntos y nos entendemos muy bien –señala–. Tanto, que ninguno de los directores con los que hemos trabajado hasta ahora sabe qué parte de la música ha escrito cada uno. Un capítulo de ‘La casa de papel’ lleva música de principio a fin, y los ritmos de trabajo en televisión hoy en día son un poco frenéticos. Tenemos entre 12 y 15 días para componer la música de cada entrega de la serie. Así que, en realidad, no podemos escribir a cuatro manos. Manel y yo nos repartimos el trabajo, por estilos o por tramas, y luego se suma. No es posible hacerlo de otra forma».

Iván Martínez Lacámara nació en el seno de una familia musical zaragozana. Su padre, cantante lírico y de orquesta; su madre, profesora de música en el conservatorio y en secundaria. Hizo estudios musicales (los acabó en 1998) al tiempo que experimentaba con sintetizadores y ordenadores y participaba brevemente en la movida musical de la ciudad, tocando en grupos como Dies Irae.

En 1995 conoció en un chat de internet a un realizador de Telecinco que empezó a hacerle pequeños encargos, que fueron creciendo en número hasta que entró en ‘Un paso adelante’, en 2003.

Iván Martínez Lacámara ha puesto música a las cinco temporadas de 'La casa de papel'.
Iván Martínez Lacámara ha puesto música a las cinco temporadas de 'La casa de papel'.
Rafael Rodríguez Girona

La serie supuso un aldabonazo en su carrera: allí empezó a componer codo con codo con Manel Santisteban (antes había trabajado con él, como editor musical, en ‘Periodistas’ y ‘Médico de familia’) y juntos se ocuparon de la banda sonora, la música incidental y la producción de las canciones. Iván Martínez Lacámara incluso participó en la gira ‘UPA Dance’, subiéndose al escenario a los teclados.

Pero aquello no llegó a convencerle del todo. "No me considero un gran ejecutante –subraya–, se me da mucho mejor componer. Donde me siento más cómodo es en el estudio. Además, mi padre ha estado más de 30 años de aquí para allá con sus conciertos, y esa forma de vida es dura y cansa mucho2.

Así que se centró en su estudio: diez años en Madrid y seis en Utrera (Sevilla) donde vive en la actualidad. Llegaron ‘Los hombres de Paco’, ‘Lex’, ‘El barco’, ‘Luna, el misterio de Calenda’, ‘BuenAgente’, ‘Bienvenidos al Lolita’, ‘El accidente’, ‘Vis a vis’, ‘El embarcadero’ y ‘Sky rojo’, entre otras series. Hay quien le compara ya con leyendas como Hans Zimmer o Thomas J. Bergensen. Pero él no pierde la humildad.

"Para mí la música lo es todo pero, en general, en nuestro trabajo no hay mucho margen para hacer lo que quieras porque los directores no confían demasiado en los compositores. Lo más habitual es que te pidan algo 'muy parecido a...', y citan una serie o película conocidas. Mi método es prácticamente artesanal. La clave está en ser muy versátil porque al final te ves obligado a escribir cosas muy dispares, incluso dentro de la misma serie. Hay que estar muy atento y abierto a todo".

Y tanto. El paradigma de serie televisiva está en constante evolución, no solo en España, sino en todo el mundo. Y ello ha derivado en enormes cambios para los compositores de bandas sonoras. "Ahora los capítulos no suelen durar más de 50 minutos, y años atrás podían tener 60 o 70. Yo he llegado a componer música para un capítulo de 90 minutos. Y antes, también, las series podían tener seis o siete temporadas y 150 o 200 capítulos. Hoy son más breves, duran uno o dos años. Además, mucha gente ve varios capítulos en un día o incluso toda una temporada entera en un fin de semana. Yo prefiero verlas más pausadamente, pero así está la cosa, así que todo va mucho más acelerado. Si antes se podía emitir según se iba grabando, ahora tienes que tener al menos 8 o 10 capítulos terminados antes de salir en pantalla. Y la música, el sonido y la corrección del color son los paganos de los procesos creativos anteriores. Si hay retrasos, acaban comprometiendo tu trabajo. Lo más habitual ahora es que te den dos semanas, doce días laborales, para escribir la banda sonora de cada capítulo. Y tiene que estar en fecha sí o sí, porque las plataformas penalizan económicamente a los productores si no entregan la serie en la fecha acordada".

El productor Álex Pina, que se estrenaba con ‘La casa de papel’, llamó a Martínez y Santisteban y les pidió algo que no fuera orquestal, que se alejara del funky típico de las películas de robo de bancos. Le presentaron una suite de cuatro o cinco minutos de duración, le encantó y no buscó más. "Ha sido un trabajazo enorme, al nivel de cualquier serie norteamericana –señala el compositor aragonés–. Pero estamos muy satisfechos".

No son responsables de elegir las canciones que jalonan cada capítulo de la serie. Ni siquiera ‘Bella Ciao’, que fue idea de uno de los guionistas. Pero le hicieron los arreglos para que tuviera el sonido ‘casa de papel’. Martínez Lacámara confiesa que no escucha apenas música de cine y televisión, pero le gustaría grabar un disco con sus propias obras.

"En este trabajo el ego lo tienes que dejar aparcado –concluye–. Hay directores para los que la banda sonora tiene que ser casi música de supermercado, quieren que no se note porque para ellos los diálogos son sagrados. Pero luego siempre queda algo de margen para expresarte. En las bandas sonoras hay reglas que son imposibles de ignorar, como que una comedia puede salir adelante sin música, pero una película de acción no; y clichés vinculados a cada sentimiento. Pero yo siempre intento luchar contra esos clichés".

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