Renacimiento 2.0
Hace cuatro años Kase.O abrió la semana del Pilar con un memorable pregón que acalló voces críticas, y el jueves dio el pistoletazo de salida a una semana cultural de ‘no fiestas’ llenando el pabellón Príncipe Felipe de rimas y ritmos, de carisma y buenas vibraciones, de música excitante en la que el rap y el jazz se dan la mano. Celebrando el décimo aniversario del proyecto 'Jazz Magnetism', el MC zaragozano ha vuelto a reunir a la misma banda de (excelentes) músicos barceloneses, y en su compañía no solo revive las canciones de aquel disco, sino que reformula de forma brillante piezas de su exitoso ‘El círculo’ y otras más recientes.
Sobre el escenario, Kase.O exhibió dominio y dotes de comunicación, lanzó mensajes positivos y se alejó de típicas poses raperas esbozando bailes y movimientos de inspiración tai-chi. De entrada, temas como ‘Libertad’, ‘Presente’ o ‘A solas con un ritmo’ nos sumergen en atmósferas de jazz sinuoso y ‘spoken word’; más tarde aparecen en escena sus compadres Sho-Hai y Xhelazz y entre todos encienden al público con un ‘Viejos ciegos’ de poderoso ‘groove’ marcado por el bajo de Juan Pablo Balcázar, al que sigue una relectura de ‘Mazas y catapultas’ que coquetea con el reguetón y el dancehall.
Una apabullante intro instrumental entre aromas de afrobeat y de free-jazz desembocó en ‘Boogaloo’, uno de los momentos álgidos de la velada; a partir de ahí, un imparable latido funk se adueñó del pabellón a lomos de ‘Como el sol’, una tremenda ‘Repartiendo arte’, un ‘Ringui dingui’ a lo James Brown –con guiño final a ‘Sopa de caracol’–, ‘Tiranosaurius Rex’ o ‘Renacimiento’. En suma, hip hop carnoso y orgánico, que se aleja de los arquetipos del género y se enriquece bajo la benefactora influencia del jazz. Resulta difícil aventurar cuál será el próximo paso de Kase.O, un tipo de talante inquieto, pero seguro que se saca nuevas sorpresas de la chistera.
