"Los clásicos nos ayudan a entender siempre el gran valor de la vida y el del presente"

Nuccio Ordine, Irene Vallejo y Emilio del Río dialogan en el primer ‘Martes de libros’ virtual de la Fundación Ibercaja.

COLOQUIO DIGITAL DE IRENE VALLEJO PARA IBERCAJA, EN SU CASA / 26-05-2020 / FOTO: LAURA URANGA [[[FOTOGRAFOS]]]
Irene Vallejo, en su casa, durante el encuentro virtual con Nuccio Ordine y Emilio del Río
Laura Uranga

Los clásicos no sirven para nada y a la vez sirven para todo. Son imprescindibles. Ayudan a vivir, a sentir, a conocer, fomentan el sentido crítico. Todo está en ellos y en sus obras hay múltiples lecciones. Esas serían algunas de las conclusiones del primer ‘Martes de libros’ que organizó la Fundación Ibercaja, bajo la coordinación de Mayte Ciriza, directora de Cultura, que reunía, de modo virtual, a tres maestros del universo clásico: Nuccio Ordine, autor de libros como ‘La inutilidad de lo inútil. Manifiesto’ y ‘Clásicos para la vida’; Irene Vallejo, autora del libro que ha deslumbrado a Mario Vargas Llosa, ‘El infinito en un junco’, y Emilio del Río, conductor de una sección de clásicos ‘Verba volant’ en RNE, que hizo a su vez de moderador, sin eludir sus propias pinceladas de profundidad de gran experto: "Los clásicos nos ayudan a comprender siempre el presente".

"Sin humanidades no hay humanidad", fue otro mantra de estos sabios de Grecia y Roma. Nuccio Ordine dijo: "Los clásicos enseñan a entender el gran valor de la vida". Se lamentó de que las colecciones en edición bilingüe desaparezcan en Italia, España y Francia, e hizo un elogio incondicional de las materias inútiles: el arte, la literatura, la filosofía, la música.

Irene Vallejo, colaboradora de HERALDO, recordó que ella se familiarizó con ese mundo a través de la lectura que le hacía su padre de ‘La Eneida’ por las noches (Ordine glosó el canto II_del libro), y descubrió la magia de los mitos griegos. Dio un salto al presente y recordó la importancia de Hipócrates, defensor del oficio de médico y creador de un código deontológico que aún sigue vigente. Estableció paralelismos con este tiempo del coronavirus y recordó que una figura como "Antígona reivindica el derecho al duelo".

Tanto ella como Nuccio Ordine y Emilio del Río aludieron a Marguerite Yourcenar, en concreto a su libro ‘Memorias de Adriano’, a Séneca, a Aristóteles, quizá porque "con los clásicos te sientes en casa", como apuntó Irene Vallejo, quien desgranó esa cadena de fábulas, de conocimientos y de textos que constituyen nuestra memoria, la cadena que nos alía con los antepasados. "Las voces de los muertos muchas veces nos iluminan y añaden vida", apuntó.

Ordine también recordó la idea de "los clásicos contra el invierno del espíritu", contra la dictadura de un virus como la covid-19; aludió a la piedad romana e indicó que "la literatura nos enseña que es importante no olvidar". Dio otro salto hacia la actualidad –sonó varias veces la frase "el hombre no es una isla", de John Donne, y apostó por "la necesidad de vivir juntos", de tocarnos–, y dijo con Milan Kundera: "La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido".

El diálogo fue como una luminosa verbena de citas y fábulas.

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