Los narradores españoles se sienten hijos y nietos de la mirada realista de Galdós

Se cumple un siglo de la muerte del autor de los ‘Episodios Nacionales’. El experto Ricardo Gullón, cocomisario de la exposición de la Biblioteca Nacional, analiza su influencia en autores como Aramburu, Martínez de Pisón, Grandes o Cercas

Benito Pérez Galdós. Centenario de su muerte.
Así vio Galdós el Ebro y el Pilar en una de sus visitas a Zaragoza. El dibujo se publicó en HERALDO en 1924.
Benito Pérez Galdós /Heraldo.

Almudena Grandes, Chirbes, Aramburu, Cercas, Trapiello, Isaac Rosa o Belén Gopegui son contadores de historias que retratan el presente o episodios de nuestra memoria histórica que recuerdan a la novela del XIX, la que cultivó Benito Pérez Galdós, de cuya muerte se cumplen cien años hoy. Comparado con los grandes del Siglo de Oro, Cervantes, Calderón o Lope, el escritor canario (1843-1920) ha sido durante décadas uno de los olvidados de la literatura española.

Germán Gullón, catedrático de Literatura Española en universidades de EE. UU., Holanda y España y uno de los mayores expertos en la obra galdosiana, asegura que la forma en la que se ha transmitido a la narrativa actual ha sido «un tanto extraña». A su juicio, en España «no ha habido una transición cultural, como sí la hubo política, y Galdós fue entrando a través de autores individuales y no de una forma general».

Aun así, unos cuantos escritores se declaran galdosianos o practican una manera de contar sus historias que evoca a la del autor de ‘Fortunata y Jacinta’, ‘Tristana’ o ‘Miau’, entre otras.

Comisario junto con Marta Sanz de la exposición que la Biblioteca Nacional dedica a Galdós, Germán Gullón sostiene que la huella del escritor canario en los autores actuales es «muy poquita». «No creo que haya ninguno del que se pueda decir que es galdosiano total», apunta. Este crítico literario pone nombre al autor de la literatura actual más galdosiano: Rafael Chirbes. El escritor valenciano, que falleció en 2015 a los 66 años, llegó a reconocer que la relectura de la cuarta serie de los ‘Episodios Nacionales’ le acompañó mientras escribía ‘En la orilla’. «Como novelista, Rafael Chirbes tenía algo que era lo mismo que quería Galdós y era contar una historia bien contada, y eso iba en contra de la tendencia», asegura. Galdós escribió decenas de novelas, entre ellas, los ‘Episodios Nacionales’, una serie de 46 piezas sobre los principales acontecimientos históricos del XIX, desde la Guerra de la Independencia española hasta la Restauración borbónica.

Almudena Grandes ha sido, tal vez, la que más ha asumido el manto de la influencia de Galdós. Lo descubrió de adolescente, mientras leía en casa de su abuelo, y ahora siente que el canario es parte de su ser. En 2010, inició con ‘Inés y la alegría’ un ciclo de seis obras independientes sobre la resistencia antifranquista de aspectos de la posguerra, inéditos o mal conocidos. Sus ‘Episodios de una guerra interminable’ son un homenaje y siguen, en cierta manera, los patrones de los ‘Episodios Nacionales’ de Galdós.

Cercas, Aramburu y Pisón

Ricardo Gullón aportó un censo que, además de Chirbes y Almudena Grandes, incluye a Javier Cercas, Fernando Aramburu y al zaragozano Ignacio Martínez de Pisón. Fernando Aramburu, el autor de ‘Patria’, uno de los mayores éxitos de la literatura de la última década en España, no se siente un escritor galdosiano: «La fidelidad admirativa que guardo a Galdós es más bien de lector. No tiene mucho que ver con la técnica literaria ni con el mundo que él describió, que por razones de edad no es obviamente el mío, aunque me gusta acercarme a él».

El escritor grancanario Santiago Gil publicó en 2019 ‘El gran amor de Galdós’, una novela donde cuenta un episodio de la vida del escritor, su primer amor con una prima suya cubana, María Josefa Washington Galdós Tate, conocida por Sisita. Esa novela, dice Gullón, es «la única que conozco realmente como galdosiana, no solo contaba este primer amor, sino que, además, trata de recrear el ambiente que había en Canarias y en Madrid en la época, es una prolongación muy emotiva y literaria de Galdós».

Ecos de la novela social

Tras la crisis económica, se pone en vigencia la narrativa que practicaba Galdós, un tipo de novela social con una historia que va a atraer a los lectores y que tiene su punto de partida en la necesidad de escribir sobre los problemas del momento: desahucios, despidos, burbuja inmobiliaria... Germán Gullón cita a autores como Belén Gopegui, Marta Sanz o Isaac Rosa que, no son Galdós, pero frecuentan una novela realista y social como la que él practicaba. «En la tradición galdosiana hay una historia y también una novedad formal y eso lo tienen ellos tres», dice.

Por otra parte, el escritor y librero Rafael Reig se reúne cada mes en su pueblo, Cercedilla (Madrid), junto a un grupo de vecinos para leer un ‘Episodio Nacional’. El autor de ‘Manual de literatura para caníbales’ reconoce cómo Galdós ha influido mucho en su «concepción de la novela, que mezcla los géneros populares y a la vez es realista, con una visión poliédrica de la realidad».

Benito Pérez Galdós envió esta foto a Heraldo en 1904.
Benito Pérez Galdós envió esta foto a Heraldo en 1904.
Archivo Heraldo.

Ecos aragoneses: del Royo del Rabal a Buñuel y Borau

Benito Pérez Galdós, que sonó para el Nobel en 1915, estuvo muchas veces en Aragón. Jesús Rubio y Brian J. Dendle han recordado que su primera visita, como periodista de ‘La Nación’, fue en 1868. Entonces dibujaba y ensayó dibujos del natural de La Seo, el Pilar, el Ebro, etc., como se ve en la imagen. Galdós tituló una de las novelas de sus ‘Episodios Nacionales’, ‘Zaragoza’, y al parecer en una de sus visitas podría haber surgido su héroe de Los Sitios Gabriel Aresti.

De su visita a Ansó nació su drama ‘Los condenados’, que se estrenaría en el Teatro Principal en 1896. Dos de las actrices iban vestidas de ansotanas. Estuvo en Zaragoza unos días, y frecuentaba el bar La Reja, y allí coincidía con amigos como el jotero El Royo del Rabal. Años después, en 1908, se estrenaría su ópera ‘Zaragoza’, en la que sonó ‘La jota de los Sitios’.

Luis Buñuel admiraba a Pérez Galdós. A su modo, se basó en ‘Halma’ para hacer ‘Viridiana’, y ya antes había hecho ‘Nazarín’ y más tarde haría ‘Tristana’. Galdós también inspiró a José Luis Borau un trabajo en televisión sobre su novela ‘Miau’. [ Nota de A. C.]

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