Las diez imperdibles de la exposición de Balenciaga

El diseñador zaragozano Enrique Lafuente, que ha colaborado en el proyecto investigando las conexiones con Aragón del modisto, se mete en las entretelas de la muestra para elegir algunos de sus detalles favoritos.

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Ángel Gorri

El Museo Pablo Serrano ofrece la oportunidad, hasta el 19 de mayo, de transitar por la vida y obra de Cristóbal Balenciaga. El diseñador zaragozano Enrique Lafuente, que ha colaborado en el proyecto investigando las conexiones con Aragón del maestro de Guetaria, elige para HERALDO diez de sus detalles favoritos de la exposición.

1) Buffet: un cuadro nunca visto en España. Pese a su fama de introvertido, Balenciaga tuvo una gran vida social, eso sí, discreta. Entre sus grandes amigos estaban el pintor Bernard Buffet y su esposa, Annabel, a quien retrató vestida del modisto. Es la primera vez que el cuadro sale de Francia.

Las diez imperdibles de la exposición de Balenciaga

2) El oficio de las modistas. La exposición es también un homenaje a las modistas. Como Soledad y la señora Conchita, que ‘firman’ este vestido de cóctel de 1960, de EISA San Sebastián.

Las diez imperdibles de la exposición de Balenciaga

Enrique Lafuente

Las diez imperdibles de la exposición de Balenciaga

José Miguel Marco

3) Delicadeza al biés. Este vestido de la colección Isabel Zapardiez es de 1953 y supone un alarde de corte al biés. Intemporal, ahora lo podría firmar, por ejemplo, diseñadores como Sybilla.

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Enrique Lafuente

4) Detalles de oficio y alta costura. Los vestidos bien merecen una mirada de cerca. El de la foto inferior, de cóctel (CIRCA, 1950), propiedad de Adela, la esposa del embajador aragonés Sanz Briz, esconde unos acabados espectaculares. Para darle la apropiada caída, se añadió más tejido de encaje, usando la complicada técnica del rebrodado en el ensamblaje. En la foto, preparan la pieza las modistas Milagros Alegre (que trabajó  para el discípulo de Balenciaga Pedro Esteban) y Mercedes Espés.

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Mercedes Espés (al fondo) y Milagros Alegre, con una de los vestidos de Balenciaga. Enrique Lafuente

5) 45 años de la primera exposición. La casualidad ha querido que la exposición de Zaragoza se inaugurara un 20 de febrero, justo 45 años después de la primera que España le dedicó a Balenciaga . Fue en 1974, en lo que hoy es la Biblioteca Nacional. En 2019, se expone el catálogo de su predecesora, ilustrado por Joan Miró. También se puede ver en la capital aragonesa el único vestido que ha estado en las dos muestras: uno de novia del año 39 de la zaragozana María Pilar Mompeón de No.

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Catálogo de la exposición de 1974 que puede verse en la muestra de Zaragoza. Enrique Lafuente

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En primer término, el vestido de novia que se ha expuesto en las dos exposiciones, la del 74 y la del 2019. José Miguel Marco

6) Courrèges, el futuro. ‘El siglo de Balenciaga’ incluye algunas piezas de grandes modistos a los que influyó. Es el caso de Courrèges, que se asomó al futuro y del que se muestra un vestido rosa con unas de sus icónicas gafas.

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Enrique Lafuente

7) Uno de los últimos vestidos del modisto. La exposición reúne vestidos de todas las épocas. El de la foto inferior, de fiesta, es uno de los últimos que salieron del taller de EISA San Sebastián, sucursal española de la firma Balenciaga en España. Pertenece a Pilar de Yarza, presidenta editora de HERALDO.

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8) Pedro Esteban: el discípulo aragonés: El aragonés Pedro Esteban trabajó durante años mano a mano con Balenciaga en Barcelona y  París. En la exposición del Serrano hay diseños suyos, como una túnica de pedrería magnífica, o el vestido de novia de la foto bajo estas líneas, de mayo del 68, propiedad de una de sus modistas: Milagros Alegre.

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9)  La conexión turiasonense. Uno de los episodios más curiosos que se relatan en la exposición es el que relaciona al maestro de Guetaria con Tarazona, donde residió varias semanas en 1971. Hasta esa localidad se trasladó de la mano de su amigo Jesus Azcárate, quien compró Textil Tarazona S.A. con la idea, entre otras, de crear una línea de ‘prêt-à-porter de la marca Balenciaga. La muerte, en marzo del año siguiente, del modisto, dio al traste con el proyecto.

10) La modelo zaragozana Meyes. La exposición saca a la luz la vida y carrera de María Nieves ‘Meyes’ Hernández Ortiz, una zaragozana. Mujer adelantada a su tiempo, asidua a ambientes intelectuales como el Café Nike,  trabajó de maniquí en el taller parisino de Balenciaga. De ella se muestran también piezas de su trabajo como joyera. En la foto inferior, un retrato de la modelo.

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