Ana Alcolea desvela el secreto de 30 óperas de todas las épocas para los más jóvenes

Publica un libro divulgativo en Anaya, con ilustraciones de Oscar T. Pérez, sobre obras que van desde ‘Orfeo’, de Claudio Monteverdi, a ‘María Moliner’, de Antoni Parera Fons.

Ilustración de Óscar T. Pérez, dibujante de Valladolid, experto en álbumes ilustrados.'María Moliner'.
Ilustración de Óscar T. Pérez, dibujante de Valladolid, experto en álbumes ilustrados.'María Moliner'.

‘El mundo maravilloso de la ópera’ ha sido como un regalo para Ana Alcolea (Zaragoza, 1962). Desde su editorial, Anaya, le dijeron que querían hacer un libro para los más jóvenes y que ya tenían ilustrador, Óscar T. Pérez, y una idea. "La ópera me gusta desde niña, desde que me mi padre, hacia 1966, ponía un disco de Alfredo Kraus, de 45 revoluciones por minuto. Me fascinaba aquella voz y me gustaban, además, aquellos ojos claros que parecían mirarme desde la portada del disco". A esa experiencia, le siguieron otras. Empezó a ver por televisión ‘Aída’, ‘La Traviata’, "con un Plácido Domingo inolvidable", ‘La Bohéme’ y ‘Werther’, "que es una de mis obras favoritas, con Kraus de nuevo". En medio de todo ello, un familiar le regaló un disco doble de Maria Callas, con piezas de Verdi, que aceleró su pasión por un arte al que define "como el espectáculo total. La ópera tiene música, danza, teatro, imagen. A veces parece pura exuberancia, pero no es necesario que el montaje lo sea, puede ser contenido, y dar en el clavo: la ópera es emoción. La ópera te habla con todos sus elementos y te envuelve", dice Ana.

Aún recuerda otro detalle capital: la primera ópera que vio en la televisión fue ‘Aída’ de Verdi, y también fue la primera a la que asistió en directo, en las termas de Caracalla. "Fue un viaje iniciático al amor y a la ópera en 1994. Empezaba a salir con quien es hoy mi marido. Desde entonces habré visto alrededor de 50 obras en directo". Con ese bagaje, aceptó el encargo de Anaya y eligió de partida unas 70 u 80 óperas.

Ópera alemana, bel canto, hoy

"Al final, por exigencias del espacio y por la concepción misma del libro, he escogido 30 títulos. Ha sido muy difícil porque te dejas fueras piezas que te gustan mucho. Por ejemplo, el ‘Werther’ de Massenet o el ‘Tanhauser’ de Wagner. Hemos seguido el orden cronológico", cuenta.

El libro arranca con "la que se considera la primera ópera, ‘Orfeo’ de Monteverdi’, fechada en 1607, incluye el ‘Don Giovanni’ y ‘La flauta mágica’ de Mozart, o ‘El holandés errante’ de Wagner, que es una pieza deslumbrante, a la que conecto con ‘Piratas del Caribe’ y con el buque fantasma. Tanto el capitán como la tripulación están muertos", dice Ana Alcolea. En la lista están bien representados Verdi, con ‘Nabucco’, ‘Rigoletto’, ‘El trovador’, "que es una de mis piezas favoritas y sucede en Zaragoza, en el palacio de la Aljafería", ‘La Traviata’ y ‘Aída’; Puccini, con ‘La Bohéme’, ‘Tosca’, ‘Madama Butterfly’ y ‘Turandot’". Dice que una de las óperas que más miedo dan es ‘Otra vuelta de tuerca’ de Benjamin Britten, produce un escalofrío, y a la par "es como una película de terror: se termina y acaba el miedo". Quizá la que tenga el canto más fogoso sea la ‘Salomé’ de Richard Strauss.

Recuerda Ana Alcolea que está basada en el texto de Oscar Wilde y que contiene algunas de las frases estéticamente más bellas de la literatura. "Las largas noches negras, las noches sin luna, las noches en que las estrellas se ocultan temerosas no son tan negras como tus cabellos…", se canta.

Completan la nómina, entre otros títulos, ‘West Side Story’ de Leonard Bernstein, "una mirada más contemporánea", y ‘María Moliner’ de Antoni Parera. "Es una ópera del siglo XXI, de 2016, que me encantó por todo. Por el personaje, que es tan nuestro y al que le debemos tanto los escritores, por su puesta en escena, por la música. No hay arias a la manera clásica. Es como un drama musical, próximo a las obras de Wagner. Enlaza el mundo real y los sueños, con la palabra como núcleo. Para mí María Moliner es una gran heroína del siglo XX y encarna la historia de amor con las palabras".

En ‘El maravilloso mundo de la ópera’ cada título consta de dos páginas. En una, la escritora da algunas claves de la pieza, resume su argumento y añade otras notas interpretativas, como si dialogase con los niños. Se incorpora códigos QR de tres minutos para oír diversos fragmentos. En la página impar, a sangre y a página completa, el ilustrador Óscar T. Pérez (Valladolid, 1973), especialista en álbumes ilustrados, realiza un dibujo. "Es impresionante su trabajo. Mágico, sugerente, narrativo, de una gran plasticidad. Y acierta en algo clave: la ópera habla de lo universal, habla de nosotros y de nuestros sueños, y eso está ahí".

La publicación se cierra con tres anexos: una microbiografía de los compositores, un glosario de términos ("Contralto: la voz más grave entre las mujeres", es el vocablo más breve) y el índice alfabético de óperas, con su autor, el libretista, la lengua de origen y el año de su estreno.

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