Un radiodrama aragonés se cuela en la final de Prix Europa

'La decisión de Randolph Carter', de TEA FM, se ha impuesto sobre más de 300 programas de 30 países distintos.

Arriba, a la izquierda, Barceló, a la derecha Chusé. Abajo, Trebol.
Un radiodrama aragonés se cuela en la final de Prix Europa

Unos buenos auriculares y un espacio a oscuras son los dos ingredientes fundamentales para disfrutar del radiodrama zaragozano ‘La decisión de Randolph Carter’, de la Escuela de Radio TEA FM, que recientemente ha logrado colarse entre los trabajos finalistas de los prestigiosos premios de Radio y Televisión Prix Europa 2018.

Chuse Fernández, a cargo de la producción sonora y la realización de esta ficción sonora que se adentra en el terror psicológico y en el mundo extraterrenal, y los actores Luis Trébol y Manu Barceló, serán los encargados de representar a la ficción sonora en el Sur de Europa ante más de 1.000 profesionales en la ciudad de Berlín, hasta donde viajarán el próximo mes de octubre.

Se trata de un cuento de H. P. Lovecraft (1890-1947), un hombre del que se dice que fue tan extraño como su creación. “Quienes conocen su obra saben que Carter, nuestro protagonista, es un alter ego del autor. Esta fue su primera aparición, en 1919, basada en un sueño que tuvo”, explica Fernández, coordinador de la escuela radiofónica zaragozana.

El radiodrama, que consta de un solo capítulo de 20 minutos y que se estrenó el pasado mes de junio, se ha alzado como uno de los 186 programas de radio y televisión seleccionados para pasar a la final, de entre las casi 600 presentados procedentes de más de 30 países distintos. “Viajaremos a Berlín del 13 al 19 de octubre, cuando se someterán al escrutinio de alrededor de 1.000 profesionales de medios de comunicación internacionales”, añade Fernández.

En el caso de la categoría de radiodrama, ‘La decisión de Randolph Carter’ competirá junto a otras 29 producciones presentadas de emisoras de Austria, Suecia, Noruega o de la mismísima BBC. “En España este género llegó casi a desaparecer mientras que en otros países se ha mantenido y cuidado este tipo de contenidos”, critica el zaragozano. “Para nosotros supone todo un orgullo y un refuerzo a la hora de apostar por este tipo de contenidos para la radio del siglo XXI”, añade.

Además, en el caso de los aragoneses, es la segunda ocasión que una producción radiofónica de la tierra es elegida para competir en la final de este prestigioso premio. En 2016, ‘El fusil de Johnny’, de la Asociación Cultural Resonar en colaboración con la Escuela de Radio TEA FM, alcanzó la final en la misma categoría.

“Desde el principio nos pareció un texto del que se podía sacar mucho partido sonoro. Es decir, que todos los elementos radiofónicos se conjugaran para crear ambientes tenebrosos gracias a la imaginación del oyente”, afirma el realizador, que lleva una década llevando a cabo producciones de radioteatro (seriales, cuentos sonoros, radiodocumentales de ficción, adaptaciones…) desde su escuela. Unos contenidos que, en esta década, han superado el medio millón de descargas en su página web.

Los inicios de este género se remontan a los años 60-70, cuando diariamente se emitían capítulos de temática lacrimógena –conocidos como radionovelas, que enganchaban a miles de amas de casa a su radiocasete. “En la actualidad, en España el consumo de estos formatos es pequeño, porque tampoco la producción es muy grande, pero va in crescendo gracias a la apuesta que algunos grandes medios y a la aparición de podcast”.

La importancia de la imaginación

En su opinión, las claves para crear un buen radiodrama son: un buen guion, unas buenas voces y una galería de músicas y efectos de calidad. Por su parte, Trébol y Barceló son los encargados de dar vida, más concretamente voz, a los personajes de Randolph Carter y Harley Warren, una tarea harto complicada ya que, en este caso, entra en juego un factor fundamental: el poder de la imaginación del oyente.

“Cuando escuchas una historia el oyente debe trabajar activamente ya que tiene que imaginar los escenarios, los personajes, las situaciones… y esto es algo que despierta su curiosidad”, asegura Trébol. Este actor, más acostumbrado a las tablas de un teatro, asegura que desde que conoció el radioteatro ya no pudo dejarlo: “como actor también es un reto, ya que te obliga a interpretar de manera más intensa para que, todo lo que no puedes aportar a través de otros sentidos, llegue con tu voz”.

“Además, el universo de Lovecraft es muy sugerente, algo que nos ha supuesto otro reto a la hora de dar vida a sus historias”, añade Barceló, que viene del mundo del guion y de la imagen. “En mi caso, yo era un tío muy centrado en la imagen, y al llegar a este formato se abre un mundo de posibilidades en el que te das cuenta que un contenido sonoro puede ser infinitamente más rico que una historia visual”, concluye.

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