Más de mil pelirrojos se reúnen en Francia para reivindicar sus genes
El festival Red Love juntó a personas de todo el mundo que defienden su aspecto físico y denuncian el bullying.
Más de un millar de pelirrojos lo son entre el 1 y el 2 por ciento de los humanos se reunieron en Francia orgullosos de sus caballeras color zanahoria, como las de Vincent Van Gogh, Pippi Calzaslargas o Nicole Kidman. Reivindican su derecho a ser diferentes, como las marchas del orgullo gay. Algo de lo que se ufana Pascal Sacleux, organizador de Red Love, el evento que congregó a la marea rojiza en la ciudad francesa de Châteaugiron para "enorgullecerse" de esa pigmentación bermeja. "Nací pelirrojo, seguiré siéndolo y sintiéndome bello, como todos quienes están aquí", declaró el agricultor de 32 años, que comparte penas y alegrías con otros pelirrojos.
"Hasta los 15 años el acoso fue terrible", confirma Liam Fife, de tupida barba cobriza, que participó antes en el Roodharigendag, la macromanifestación mundial que cada año reúne en Holanda a miles de pelirrojos. "Apestas, eres feo", escuchó de crío. Con la edad ganó autoconfianza y se liberó de complejos.
Superados los prejuicios religiosos que relacionaban el cabello de fuego con el diablo y el pecado, hoy sabemos que su síndrome se debe a la mutación del gen receptor de melanocortina 1 (MC1R). Que algunas variantes impiden producir la eumelanina, la forma más común de la melanina que da el color marrón al pelo, en favor de la producción de feomelanina, que aporta el tono rojo.