El Slap! Festival llena el campin de Zaragoza de blues, funk, rock y actividades lúdicas

Los aragoneses Humphrey & The Farmers abrieron este viernes la novena edición del encuentro internacional.

La banda aragonesa Humphrey & The Farmers abrió el festival y el público siguió el concierto desde la piscina.
La banda aragonesa Humphrey & The Farmers abrió el festival y el público siguió el concierto desde la piscina.
Raquel Labodía

Distensión. Esta es la palabra clave que define el concierto de la banda aragonesa de blues Humphrey & The Farmers con el que arrancó este viernes el Slap! Festival de este año. Con el campin municipal como escenario, bandas locales e internacionales de hasta quince países diferentes tocarán este fin de semana en Zaragoza y más de tres mil personas acudirán a verlas.

Los aragoneses amenizaron la tarde del viernes con su ritmo, pero al igual que había amantes de la música escuchándolos, también había niños chapoteando en la piscina a los que el blues les importaba más bien poco, y ancianas acompañando a sus nietos sin saber muy bien qué ocurría.

Uno de esos melómanos fue David, que vino a Zaragoza desde Guadalajara exclusivamente para asistir a este festival. Aunque él ya tiene experiencia: lleva desde mediados de junio encadenando festivales musicales y no piensa parar hasta bien entrado agosto. "Iba a venir con mis amigos, pero al final no han podido acudir y me he acercado yo solo. Nosotros no venimos ni a beber, ni a fumar. Solo queremos disfrutar de la música", aseguraba mientras no podía dejar de seguir el ritmo de la canción con la cadera.

Pero todo estaba bien porque el ambiente fue, efectivamente, distendido. El atardecer, el buen tiempo, y las vistas hacia el horizonte tras el escenario ayudaron a crear ese clima de anuncio de televisión que se espera de un festival. Ni siquiera hubo basura en el suelo como en ediciones anteriores, ya que en la barra solo entregan un vaso por día y cliente y, además, cuesta un euro. La recaudación, según los organizadores, estará destinada a un proyecto contra el cambio climático.

A pesar del buen ambiente o "buen rollo", según uno de los camareros, que convivió con los espectadores durante la tarde, lo cierto es que no hubo aglomeraciones especialmente llamativas de personas como vemos en otros encuentros musicales. Víctor Domínguez, organizador del festival, afirmaba que "la ciudad no está acostumbrada a este tipo de eventos" y que, realmente, "aún hay mucha gente de la ciudad que no conoce el festival".

En esta novena edición, la organización busca enfocar el festival hacia las familias, objetivo por el cual se han puesto a la venta abonos familiares, y hacia los jóvenes, con entradas gratis para los menores de dieciséis años. Además, diversas actividades para los más pequeños van apareciendo como setas por todo el campin, desde un taller de grafitis para niños hasta un concurso de tiro con arco de juguete. "Las actividades están enfocadas a que las familias estén juntas", es decir, evitando los servicios de guardería, según Domínguez.

Este año se ha logrado superar el número de visitantes de ediciones anteriores. De hecho, es la primera vez que los promotores han logrado asegurar que el encuentro se repetirá el año que viene, lo cual ha provocado un sentimiento de responsabilidad entre los organizadores: "Queremos estar a la altura del público de Zaragoza y que todos se sientan a gusto", afirmó Domínguez. En esta edición los asistentes al festival se encontrarán con sorpresas como una boda y dos despedidas de soltero, según la organización.

Por otra parte, la accesibilidad se perfila como una de las apuestas de este festival, siendo un punto especialmente relevante para el Ayuntamiento de Zaragoza, que colabora en la organización. Por ello, la línea 41 del autobús urbano modifica este fin de semana su recorrido hasta alcanzar el camping de la ciudad y se ofrece estacionamiento gratuito para las bicicletas. Para Saúl Escartín, Director General de Cultura del Ayuntamiento, el festival está "concebido por y para la ciudad". Entre las bandas que actúan este sábado, los asistentes podrán disfrutar del rap de Frank T., el ‘funk policiaco’ de Calibro 35 o el jazz de la cantante finalista del concurso internacional Thelonius Monk: Charenée Wade.

Los Humphrey & The Farmers, por su parte, han dejado alto el listón. "Son buenos -reconoció David-, si no, no estarían en este festival".

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