Mavi Doñate: "No hay soberbia que resista en el refugio de Bachimaña"

Su rostro es de los que aportan confianza y credibilidad. Periodista de TVE, es una de las elegidas para relatar las crónicas de la Historia.

Mavi Doñate, en su trabajo cotidiano como corresponsal en China.
Mavi Doñate, en su trabajo cotidiano como corresponsal en China.

Tiene ese don de llegar con la palabra, de acercanos la realidad más cruda con una serena firmeza; de entusiasmarnos, de dejarnos pegados ante el relato de todo lo que va entrelazando el curso de la Historia. Mavi Doñate (Zaragoza, 1971) sabe que es una privilegiada por poder ver, oír y casi hasta tocar esa terca realidad de que el mundo, de que la vida misma es parte de aquella Aldea Global que ya definiera Marshall McLuhan a mediados del siglo XX y que creemos descubrir hoy con eso que llamamos ‘globalización’. Periodista racial, acaba de relatarnos la histórica reunión de las dos Coreas como corresponsal de TVE en China, un país inmenso al que llegó hace tres años. Insiste en su privilegio por ser testigo directo de "esas noticias que un día se estudiarán en los libros de Historia y poderlo contar". Dice que aprende chino "a salto de mata. Tengo un kit de supervivencia para coger un taxi, ir a la compra, pedir en un restaurante…" y que está deseando tomarse vacaciones para volver a España, a casa, a ver a su pareja; a sus padres, hermanos, sobrinos (en Zaragoza). Relata con contagiosa pasión su encuentro con la primera profesora de español en China, una mujer de 85 años "autora del primer diccionario chino-español, traductora del Ché Guevara... y que me dio toda una lección de vida". Curtida en el horror de ETA, fue durante años la crónica de su terror y de toda la violencia terrorista, "¿que cómo se sobrevive a ello? Llorando. Es necesario. Se sobrevive viendo la dignidad de las familias de las víctimas, son el mejor espejo en el que mirarse". Así es esta mujer de enorme mirada y sonrisa más que contagiosa, que arrancó su vida profesional en estas páginas, que pasó por la Agencia EFE, Onda Cero y RNE y formó parte del equipo que puso en marcha Canal 24 Horas Todo Noticias hasta incorporarse a los Telediarios. Una periodista agradecida a todos los que le enseñan algo; capaz de trasformar en imágenes una pluma inteligente, sagaz, certera, y hasta poética.

Vuelve a Zaragoza, ve sus amigas, baja al Pilar...

Mis amigas del colegio y del instituto son mis Amigas, así con mayúscula. Sé que siempre están ahí aunque no las vea tanto como quisiera. Son las que mejor me conocen, con las que he compartido mis sueños que entonces me parecían inalcanzables; los primeros chicos que nos gustaban, las primeras copas. Son las personas que encontramos cuando nos estamos haciendo como personitas y eso nos une para siempre. Pasan los años y cuado nos encontramos seguimos teniendo tal conexión que nos entendemos solo con una mirada. Bajo al Pilar porque es uno de los lugares que me conectan con mis recuerdos, con Fiestas del Pilar que era cuando me dejaban salir más. Bajo al Pilar, como paseo por la calles Cádiz e Independencia porque recuerdo a mis abuelos en esas calles, o veo el HERALDO donde vi por primera vez una rotativa con mi padre, y años después hice prácticas y aprendí de grandes; y al Jardín de Invierno, o a la Plaza de los Sitios

Y luego está ‘su’ Panticosa, imponente. Los Pirineos dan vida, te limpian la mente...

No hay problema que no se quede pequeño cuando lo comparas con la Foratata, con los Picos del Infierno, o con el de las Argualas. No hay soberbia que no dejes abandonada si duermes una noche en el Refugio de Bachimaña. No hay pena que no se atenue tan sólo con un pequeño paseo de Panticosa a Sallent de Gállego. No comprendes lo efímero si ni te paras a mirar un rato el Pantano de Lanuza, pero tampoco entiendes el recuerdo como motor de supervivencia si no miras el pueblo actual... Sólo somos una pequeñisima parte de un universo con su propia vida. Esto me grita el Pirineo cada vez que subo a Panticosa. Respira, déjate llevar. La vida es compleja pero fascinante aquí y a 13.000 kilómetros en ese continente llamado China.

Ha logrado hacer realidad ese sueño de todo estudiante de periodismo de viajar, estar en el corazón de la noticia… Qué se deja por el camino en su vida nómada.

Me dejo horas de sueño ¡ja ja ja ja ja! Bueno, ojalá solo fuese esto. Me dejo ver a mis padres cada vez que quiero, compartir más ratos con mi pareja, ver crecer a mis sobrinos, un vino con mis amigos de Madrid y Zaragoza.. todo lo que implica dejar tu zona de confort (otra expresión tan de moda ahora). Yo siempre digo que sólo compensa vivir y trabajar tan lejos de los tuyos si realmente te gusta lo que haces. No hay dinero que pueda pagar lo que dejas y los momentos de soledad que pasas. La soledad que, ojo, solo tienes que aceptarla y tenerla de tu lado para convertirla en ese estado ideal de creación. Y ahí ando, a ver...

Tiene una intensa trayectoria. Se curtió en años duros de ETA haciendo información de Interior

Qué de actualidad este tema también, ¿verdad? Me leí ‘Patria’ de Fernando Aramburu aquí en Pekín. Había trozos, párrafos y momentos que me llevaban al recuerdo más atroz. Qué duro fue aquello. Recuerdo el final de los 90 con la maleta siempre preparada. Ver el dolor de las víctimas en los funerales, la prepotencia y burla de algunos terroristas tras la pecera de la sala de la Audiencia Nacional donde los juzgaban. Recuerdo el ambiente irrespirable en pueblos del País Vasco, las caras de odio porque llevabas un micrófono de TVE. Lo positivo es que mis mejores amigos de la profesión los hice en esa etapa, conocí a compañeros a los que sigo admirando, y aprendí eso que define tanto a los periodistas que hemos hecho Interior que "valemos más por lo que callamos que por lo que contamos". Pero nunca acabas de curtirte ni acostumbrarte al horror del terror. El punto final de esa etapa fue el 11-M y recuerdo que un año despues haciendo el primer aniversario en Atocha tuve que hacer grandes esfuerzos para que no se me quebrase la voz.

¿Su paso a Sociedad fue una forma de ‘respirar’?

Antes formé parte de un pequeño grupo que hacíamos reportajes largos para el Telediario. Y ahí aprendí todo lo que sé de tele. Mis mejores maestros han sido reporteros, cámaras y el que entonces era el jefe de este grupo, Manolo Román. Hicimos cosas muy intersantes y con el privilegio de poder trabajar con un poco más de tiempo los vídeos, viajar.

Luego llegó su destitución con los cambios en el Gobierno. ¿Está politizada TVE? Porque ahora está esa campaña de los ‘viernes de negro’.

Llevo veintiún años en los informativos y he vivido varias etapas y direcciones con diferentes Gobiernos. Para que TVE sea esa tele similar a la BBC, todos los partidos políticos y todos los grupos parlamentarios deben creer y apostar por la televisión pública. Pero ojo, no solo diciéndolo, que esto es muy fácil incluso para hacer campaña con ello, sino actuando en dos ámbitos. Uno, dejándonos trabajar con libertad, bajo criterios únicamente profesionales y los principios deontológicos de la propia RTVE. Dos, dotándonos de unos fondos económicos que nos permitan ser un medio competitivo. Arrastramos carencias en los dos aspectos desde hace mucho tiempo

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