Miguel Mena: "Me impresionó cómo ha cambiado el paisaje de Monegros"

El escritor publica ‘Un viaje aragonés’ (PUZ): narra una doble odisea en bicicleta por Aragón, en 1991 y en 2016, 25 años después

Miguel Mena en los estudios de Radio Zaragoza-Cadena Ser, donde trabaja.
Miguel Mena en los estudios de Radio Zaragoza-Cadena Ser, donde trabaja.
Guillermo Mestre.

¿Recuerda con qué ánimo emprendió el primer viaje en 1991 para escribir 'Paisaje del ciclista'?

Aquel mes de agosto tenía una semana de vacaciones, ningún compromiso, ninguna obligación, libertad absoluta y tres años de adicción a la bici de montaña. Se me ocurrió atravesar Aragón como entrenamiento para un tiempo después hacer el Camino de Santiago.

¿Qué le impresionó de los lugares y las gentes?

De los lugares, la soledad, el vacío. Podía pasar horas sin ver a nadie. De las gentes, la hospitalidad de unos y la desconfianza de otros; los que te abrían las puertas de par en par y quienes veían en el ciclista a un marciano. Ahora en los pueblos se han acostumbrado al cicloturismo; entonces era una auténtica rareza.

Lo pintoresco puebla el libro, y con ello el humor, la somardería, los yogures caducados. ¿Qué imagen sacó de Aragón?

En el 91 era un territorio invertebrado, con muy malas carreteras y yo diría que poca comunicación entre distintas comarcas. Tenía la sensación de que los aragoneses se movían poco por su territorio, salvo para volver a sus lugares de origen. Lo pintoresco estaba ahí, formaba parte de lo que éramos entonces. No me inventé ni una línea.

¿Qué sensaciones se experimentan en la bici, cómo resumiría ese placer, ese esfuerzo?

En la segunda parte utilizo dos citas de Ángel Gracia y David Byrne que hablan del placer que produce el transporte autoimpulsado. Llegar a los sitios por tu propio esfuerzo. Es algo íntimo, caso diría espiritual. El mayor sufrimiento sobre la bici, como subir un gran puerto bajo el sol de agosto, se transforma al final en un triunfo muy personal. No necesitas mayor recompensa.

¿Por qué ha vuelto al camino 25 años después?

Sentí la necesidad de repetir la experiencia cuando mi vida había cambiado por completo, lejos de aquellos tiempos de juventud, libertad y despreocupación. Ponerme a prueba, reflexionar sobre el paso del tiempo en los sitios por donde pasé y en mí mismo.

¿Qué es lo más entrañable o emocionante y lo que más le descorazonó?

Lo más emocionante ha sido la lenta recuperación de Jánovas, algo inimaginable cuando pasé por allí en el 91 y me encontré el pueblo dinamitado y el cementerio con féretros y restos humanos a la vista. Estoy convencido de que volverá a ser un pueblo con vida. Descorazonador es pasar por algunos pueblos que van camino de la desaparición, recorrer la zona donde se proyectó Gran Scala recordando las mentiras que vendieron sobre aquel proyecto y seguir encontrando alabanzas a Franco en pueblos que el propio dictador condenó a la extinción.

¿En qué habíamos cambiado, en qué cambiado Aragón?

Los mayores cambios que observé están asociados a las comunicaciones y el turismo, en particular al turismo deportivo. La bicicleta ha hecho mucho por ello y todavía tiene un enorme potencial. También me impresionó cómo había cambiado el paisaje de Monegros, donde había llegado el regadío.

¿En qué han cambiado el escritor y el ciclista en estos años?

Mi forma de escribir un relato de viajes es completamente distinta. La primera parte es una narración clásica, en la que el viajero cuenta lo que ve y habla con quien se cruza. La segunda es una reflexión sobre el paso del tiempo, una diálogo con lo que han escrito otros autores, una especie de gran 'zapping' en el que el ciclista va cambiando el canal de sus pensamientos de acuerdo con lo que ve y lo que recuerda. Como ciclista sigo siendo el mismo, fiel a la bici y a hacer kilómetros en soledad. Me despeja la cabeza.

¿Cuál es la lección esencial de los dos viajes?

La misma que saco de cualquier otra experiencia: que debemos ser amables y compasivos, dar las gracias cuando lo merece y pedir perdón cuando sea necesario. Y que aprender a estar solos es importante y puede hacernos mucho más sociables.

PRESENTACIÓN

El viaje aragonés. Miguel Mena. Ilustrado con fotos. Portada de David Guirao. Prensas Universitarias de Zaragoza. Colección: Literatura. Zaragoza, 2018. Miércoles, 11 de abril de 2019. A las 19.30. Museo Pablo Serrano.

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