Un diccionario para conocer la vida y la obra de Ángel Orensanz

Todo el mundo esperaba a Ángel Orensanz pero el escultor no se presentó. La cita era en el Museo de Zaragoza, donde este miércoles por la tarde tenía que haber participado en la puesta de largo del libro ´Diccionario Orensanz. De Larués a Nueva York. Vida y obra de un escultor total`, pero el artista no apareció.

Este miércoles por la mañana le había comunicado la espantada a Fernando Morlanes, presidente de Erial Ediciones, quien inició el acto pidiendo disculpas y relatando la justificación recibida: “Por lo visto, una comisión judía le concedía en París un reconocimiento por haber sido el custodio de una de las sinagogas más importantes de Nueva York, donde está la sede de su fundación, así que no ha podido venir”. En cualquier caso, añadió, “lo verdaderamente importante es que está el autor, el periodista y escritor Juan Domínguez Lasierra”. Él fue el último en hablar y también justificó su ausencia: “Los genios son los genios y no saben de citas improrrogables”.

Lo cierto es que la decepción inicial se disipó pronto. El salón de actos del Museo de Zaragoza se llenó y entre el público se dejaron ver colaboradores de HERALDO como Ángel Hernández Mostajo y el sacerdote Juan Antonio Gracia; los pintores Sergio Abraín, Julia Dorado, Pilar Catalán y Domingo Sanz Azcona, o el escritor Juan José Ordovás.

Tras las disculpas, Fernando Morlanes tomó la palabra para describir el “trabajo arduo” realizado por Domínguez Lasierra. “Etiquetar tanta información sobre el escultor como si fueran las voces de un diccionario es algo muy imaginativo y creativo, ya que de una forma ágil ayuda entender al artista y su obra”.

Land Art, instalaciones, esferas, performance, dibujos, nombres de ciudades... son algunas de las muchas etiquetas que aparecen. “Hasta tiene un tipo de obras que se llaman ventanillas, que son las que Ángel Orensanz crea cuando viaja en avión”, prosiguió. También desatacó que la edición del libro ha sido compleja porque “hay muchas notas al pie y bibliografía, pero lo realmente costoso ha sido seleccionar las 20 imágenes que aparecen entre las más de tres mil que envió el artista”.

El vicepresidente de Erial Ediciones, Eugenio Mateo, hizo suya la idea del “escultor total” que se recoge en el título del libro. Su trayectoria la resumió en la siguiente frase: “Es una persona que vive para el arte y que la vida no la concibe sin arte. De hecho, cae en una especie de patología del artista que vive solo para su mundo y todo lo que le rodea no le preocupa demasiado”.

El acto lo cerró Juan Domínguez Lasierra. Habló de su larga relación con el escultor, de las muchas entrevistas y crónicas escritas en HERALDO sobre sus exposiciones, y de los catálogos en los que ha participado. “Su obra es tan variada, heterogénea y diversa, que para aclararme empecé a escribir un diccionario de sus tendencias, épocas y tipos de obras que no ha dejado de crecer hasta dar como resultado este libro”.

Al autor le costó mucho resumir su figura: variado, extraordinario, versátil, genuino, único... En fin, el escultor total que aparece en el título. “Él en sí mismo es el arte; en Orensanz es muy difícil distinguir entre vida y obra, se ha entregado absolutamente al arte”.

Durante el acto se escuchó que tal vez es más reconocido en el extranjero que en España, aunque lo cierto es que en Aragón tiene muchas obras y hasta un museo en Sabiñánigo. Pero es que su perfil internacional es muy acusado. En Nueva York, por ejemplo, se celebra el ´Ángel Orensanz´s day`. Este y otros detalles sirvieron para insistir en una pregunta que se viene haciendo últimamente: ¿Para cuándo el Premio Aragón-Goya?