Joan Gràcia: "Tras casi 40 años aún compartimos camerino"

Joan Gràcia (Barcelona, 1957) forma, junto a Paco Mir y Carles Sans, la compañía Tricicle, que se despide ahora de los escenarios tras casi 40 años.

Joan Gràcia, uno de los tres artistas que forman Tricicle.
Joan Gràcia, uno de los tres artistas que forman Tricicle.
Tricicle

Tras 39 años de hacer reír con sus ‘gags’ de teatro gestual, la compañía Tricicle, formada por Joan Gràcia, Paco Mir y Carles Sans, llega a su fin. Se despedirá en 2019 de los escenarios con el espectáculo ‘Hits’, que llega al Teatro Principal de Zaragoza el 5 de abril y estará en cartel hasta el 21.

¿Qué es ‘Hits’?

Es un ‘show’ que recoge los mejores momentos de los ocho espectáculos de Tricicle a lo largo de su historia, los que más han gustado. Son nuestros ‘gags’ más divertidos.

¿Cuál es el número que más gusta al público?

Es difícil seleccionar uno entre tanto material. El de los tres personajes que van al dentista y después ocurren un montón de cosas es uno de ellos, pero también nos gusta el de los ejecutivos que van al aeropuerto y su vuelo está retrasado, entre otros.

En 2019 Tricicle cumple 40 años. ¿Dónde radica el secreto de su éxito?

Hacemos un humor intemporal, no basado en modas ni en políticas, sino sobre lo cotidiano y lo humano. Contamos historias de gente que se enamora, que compite… con un teatro de acción, sin texto, pero muy activo, que hemos ido adaptando a los tiempos con una puesta en escena actual.

¿Provocar la risa es cosa de graciosos o el fruto de un guion bien elaborado?

Nosotros tenemos nuestro chip cómico, pero sobre todo dedicamos muchas horas a encontrar el humor. Somos gente divertida, no como para llevarnos a una fiesta, pero hemos estudiado y visto mucho teatro y cine.

Para hacer humor, ¿cuáles han sido sus referencias?

Muchísimas. Gente del cine cómico como Harold Lloyd, Buster Keaton o Chaplin… Todo te influye, incluso la calle.

¿‘Hits’ es una despedida para siempre?

Es una retirada lenta, porque aún nos queda un año y medio de gira. Y es, también, una retirada en intensidad. Es el fin de un montón de años de carreteras, trenes, aviones, hoteles… pero vamos a seguir produciendo otros espectáculos, teatros y cabarets tal y como hacemos ahora.

¿Quién manda en Tricicle?

Los tres y, a veces, el dos a uno. Siempre hemos hecho las cosas con el consenso, lo que supone también muchas discusiones hasta encontrar el producto que nos gusta a los tres.

Las relaciones personales, ¿siguen siendo buenas?

Esta retirada no es resultado de una mala relación personal. Solo que 40 años sobre los escenarios es mucho. Ahora no tenemos la amistad juvenil de los primeros años porque todos tenemos nuestras familias, pero el éxito nos ha permitido aguantar sin problemas. De hecho, seguimos compartiendo el mismo camerino.

La historia de Tricicle empezó en 1982 con ‘Manicomic’, su primer espectáculo. ¿Cómo fueron los inicios?

Precisamente el primer bolo fue en Zaragoza, en las fiestas del Pilar, donde a causa de la lluvia tuvimos que cambiar de escenario. Nos contrató Piru Ariza, que nos había visto actuar un par de semanas antes en un festival de Tárrega (Lérida). Éramos casi un grupo ‘amateur’. Con el tiempo nos hemos hecho mejores actores.

¿Qué momento vive la comedia actualmente en España?

Me preocupa que, en ocasiones, no sabemos qué va a pasar con lo que decimos en un espectáculo. A veces, nos tenemos que autocensurar porque se han dado algunos casos que dan un poco de miedo.

¿A qué se refiere?

Pues, por ejemplo, al joven que publicó un montaje de la foto del Cristo de la Amargura en la que puso su cara y fue multado por un juzgado. Creo que el chaval no se reía de nada, ni ofrecía una imagen obscena.

¿Es un problema de falta de libertad?

La libertad de expresión es o no es. Si pones límites, ya no es libertad. Una persona se puede ofender por la cosa más pequeña del mundo, simplemente con solo una mueca que hagas a alguien o por malutilizar una palabra. Si el lenguaje te lleva a no nombrar a la mujer en un determinado momento del ‘show’, entonces, sin tú ser machista, te surge una avalancha de críticas feministas. En 40 años nunca nos lo habíamos planteado y ahora sí. La hipersensibilidad del momento te puede suponer hoy una demanda de un juez.

¿A qué se debe esta situación?

No sé. Quizá, en parte, por las críticas desde el anonimato que han permitido las redes sociales y, por otro lado, porque vivimos en una sociedad un poco crispada, donde faltan mucho humor, diálogo y tolerancia, justo lo contrario de lo  que ha sido Tricicle durante toda su carrera.

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