Diez cosas que no sabías (o no recuerdas) de Mazinger Z

El estreno de la película 'Mazinger Z Infinity' vuelve a poner de actualidad la mítica serie 'anime', de cuya creación se cumplen ahora 40 años

Mazinger Z
Mazinger Z

'¡Puños... fuera!'. ¿Qué español de 50 años o más no tiene esta frase anclada en los senderos de su memoria? 'Mazinger Z' fue una serie de dibujos animados que marcó a toda una generación, y sobre la que se han tejido numerosos mitos y leyendas. Se cumplen ahora 40 años de su estreno en nuestro país, justo cuando llega a los cines una película inspirada en el mismo personaje, 'Mazinger Z Infinity', de Junji Shimizu. El estreno cinematográfico de la semana va a revitalizar los recuerdos de la serie y sus protagonistas. Pero... ¿lo sabemos todo sobre ella? Aquí ofrecemos diez datos poco conocidos sobre 'Mazinger Z' pero hay muchos más. Envíanos el tuyo.

1. El grito que nunca existió... Todos los que vieron la serie cuando la emitió Televisión Española recuerdan sobre todo una frase, '¡Pechos, fuera!', que gritaba Afrodita A, la novia de Mazinger Z, cuando disparaba sus misiles. En realidad es un mito, un bulo, uno de los primeros 'hoax' nacidos en nuestro país al hilo de los programas de la pequeña pantalla. Era Mazinger Z quien gritaba '¡Puños fuera!' cuando atacaba a sus rivales. Afrodita se quedaba en silencio. El '¡Pechos fuera!' fue un grito popular, de los niños en la calle, y acabó incluso 'contaminando' el doblaje de la serie al catalán, donde sí se pudo escuchar '¡Pits fora!'.

2. ... Y la aleación que estuvo a punto de existir. ¿De qué estaba hecho Mazinger Z? ¿Qué aleación le proporcionaba esa capacidad de resistencia frente a todo tipo de armas? La respuesta es 'japonium', un mineral ficticio que, según la serie, se explotaba en una mina cercana al monte Fuji y que era necesario para generar energía fotoatómica. Curiosamente, el 'japonium' estuvo a punto de existir en el mundo real. En 2016, los científicos que descubrieron el elemento 113 estuvieron a punto de llamarlo así. Finalmente, lo bautizaron nihonio.

3. Una obra singular. La única escultura del mundo dedicada a Mazinger Z está en España. Se fabricó en 1979 para una urbanización, Mas de Plata, de la localidad tarraconense de Cabra del Camp. Mide casi 10 metros de altura y en la parte posterior de una de sus piernas tiene una portezuela (hoy cerrada) para acceder a la cabeza, donde existe un pequeño mirador. La Asociación de Amigos de Mazinger Z (sí, existe) reunió fondos en 2016 para restaurarla.

4. Nunca la vimos entera. La serie se estreno en Japón en diciembre del 72, configurada en principio con 57 episodios. Su enorme éxito sorprendió a sus creadores, que decidieron a toda prisa ampliarla hasta un total de 92. Televisión Española compró 34 episodios y empezó a emitirlos el 4 de marzo de 1978. Pero recortó la serie notablemente y la dejó únicamente en 26. En 1995 Telecinco la emitió completa.

5. Y solo gustó a los niños. Aunque la 'Generación Mazinger Z' idealice la serie, e incluso la idolatrice, lo cierto es que en su momento fue objeto de numerosas críticas. Al poco de saltar a la parrilla comenzaron a lloverle los zarpazos, en su mayor parte de adultos que no compartían ni el tema ni la estética. Sobre todo recibió acusaciones de violenta y maniquea. También se criticaba la llegada, supuestamente masiva, de productos infantiles elaborados en Japón.

6. Pasión de coleccionistas. Mazinger Z ha despertado una pequeña fiebre coleccionista. Algunos de los cromos troquelados que aparecían en los productos de Panrico se cotizan por encima de los 100 euros (en 2010 se pagaron 170 euros por uno de Sayaka). Una figura de Mazinger Z de dos metros de altura, realizada en fibra de vidrio y resina, se vendió en España en 2016 por 1.500 euros. Pero eso no es nada ante lo que se avecina. Bueno, ya está aquí: el 26 de diciembre pasado, un coleccionista pagó 4.622 euros por otro Mazinger Z de casi dos metros de altura.

7. Lo primero fue el cómic. Todavía muchos niños de la España de finales de los 70 creen que el personaje nació como serie de televisión y posteriormente dio el salto al cómic. Y así fue aparentemente en España, pero el personaje fue creado en 1972 por Go Nagai en las páginas del semanario 'Shonen Jump' (la primera aventura apareció en el número correspondiente al 12 de septiembre de ese año). El manga tiene un total de 1.021 páginas.

8. ¿Dónde la echaban? Lógicamente, como solo existía Televisión Española, no hay duda al respecto. Pero, quiénes de sus fans se acuerdan del día y la hora, y de qué la rodeaba?. La serie era el principal hito de la programación infantil del fin de semana, que arrancaba el sábado a las 12.00 con 'El recreo' de Paula Gardoqui y Torrebruno, y que, tras varios programas adultos y el informativo, se reanudaba en la sobremesa con 'Mazinger Z'. La serie fue sustituida en el mismo horario por otra que también dejó huella, aunque menor: 'Orzowei'.

9. La canción que Raphael nunca cantó. Todavía hay quien piensa que Raphael cantaba la popularísima canción de la serie. No es así. La interpretaba un cantante vasco, Alfredo Garrido, que ideó además la letra, y que en aquella época se ocupó también de realizar las versiones españolas de los temas principales de 'Vickie el Vikingo', 'Pippi Calzaslargas' y 'La abeja Maya'.

10. El 'merchandising' que no cesa. La serie fue también una de las pioneras en la explotación de todo tipo de objetos coleccionables. Algunos de ellos llegaron ya a kioscos y tiendas paralelamente al estreno del primer capítulo. Se fabricaron álbumes de cromos, puzles, cómics, caretas, llaveros, libretas, juegos de naipes, discos musicales y varios juguetes, como un robot realizado por la firma Lafredo, del que se fabricaron menos de 5.000 unidades y que se agotó al poco de salir a la venta. La firma zaragozana Nacoral también realizó un robot de Mazinger, de casi 60 centímetros de altura, que hoy es muy buscado por los coleccionistas.

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