"En esta profesión se cuentan muchas cosas pero no todas las que se podrían contar"

El periodista Jesús Cintora acaba de publicar 'La hora de la verdad' (Espasa).

Jesús Cintora
Jesús Cintora
Laura Uranga

Jesús Cintora (Ágreda, 1977) visitó este pasado lunes la capital aragonesa para firmar ejemplares de 'La hora de la verdad', un libro de entrevistas en el que aparecen los nuevos rostros de la política española junto a personajes de la judicatura, la economía, el periodismo... Cintora mantiene un estrecho vínculo con Aragón: estudio el bachillerato en Tarazona, hizo la selectividad en la capital aragonesa, uno de sus primeros trabajos fue en Radio Zaragoza, algunos de sus mejores amigos son de Huesca y Zaragoza y dos de sus cuatro hermanos viven en Aragón. Con 'La hora de la verdad' Cintora compone un puzle con los protagonistas que apuestan por un cambio político y social.


¿Es más complicado escribir un libro de entrevistas que realizarlas en radio y televisión?

Es más complicado hacer un programa de televisión en directo y más en los tiempos que corren porque estás expuesto al día a día, al riesgo del directo, a la dificultad de decir todo lo que se ajusta a la verdad, a las presiones, al esfuerzo de intentar hacerlo bien y meter muchas horas. En cuanto al libro, en cierta forma es un espacio para la tranquilidad que te da enfrentarte a un papel, para degustar ese momento, en el cual cuentas ese tipo de cosas.


Ha entrevistado a una nueva generación de políticos que... ¿lograrán cambiar las cosas?

Sería mucho decir creer que van a lograr cambiar las cosas. Sí pienso que lo van a intentar o que lo están intentando. Lo cual no quiere decir que las generaciones anteriores no lo hayan intentado y que incluso no hayan mejorado cosas. Pero hay otras muchas que hay que corregir. Las tasas de paro y de corrupción que tenemos en España son insoportables, cómo se machaca a la clase media en beneficio de las clases más pudientes. Esto no puede ocurrir, el capitalismo de amiguetes, de puerta giratoria, en el que un caso de corrupción se sucede con otro. En el libro entrevisto a jóvenes políticos de las principales formaciones: Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Alberto Garzón, Pablo Casado, Irene Lozano...


¿Estamos ante una nueva etapa histórica en política?

Pienso que estamos en un momento de cambio en el que es importante que, de entrada, se purguen los errores que se hayan podido cometer. En el libro cuento una escena en la que el juez Elpidio Silva toma la decisión de que va enviar a la cárcel al primer banquero en tiempo de crisis y se explica todo lo que ocurrió en ese momento. Es un escenario de lo que puede pasar o está pasando. La decisión de enviar a alguien tan poderoso a algo que es un escenario tan distinto a lo que ha vivido y sigue viviendo, como la cárcel. Digo sigue viviendo porque estuvo en la cárcel días. Y, sin embargo, Elpidio Silva ya no ejerce como juez. Lo que describe Elpidio Silva es la situación de un tipo como Blesa, que se revuelve diciéndole: “¿pero.. a mí?", con esa arrogancia; y por otra parte, describe como ve que Blesa se agarra a la silla nervioso. Es curioso que, tiempo después, Blesa pueda estar ahora mismo en Cancún y a Elpidio Silva no solo le han apartado de juez, sino que quieren meterle a la cárcel. Esto está ocurriendo.


¿Se imagina su libro como un texto de referencia dentro de unos años?

No. Es un libro muy humilde, además, con la humildad de alguien que quería reflejar simplemente una determinada época en la cual hay jóvenes de una generación que estamos cometiendo no sé si la locura de querer cambiar las cosas. Por otra parte, está contado con la modestia de alguien que entrevista a personajes de la política, la economía, jueces, doctores, periodistas... gente que está viviendo de primera mano lo que está ocurriendo. A todo esto añado gente que habla sin pelos en la lengua, como puede ser Miguel Ángel Revilla o Sor Lucía Caram. Si alguien quiere ver de forma entretenida lo que está ocurriendo contado por protagonistas que lo argumentan de un forma amena, clara y sin tapujos, creo que este libro le va a interesar.


Usted tampoco tiene pelos en la lengua...

Tampoco (sonríe). A pesar de lo que ocurre por ello. Describo una situación en la cual hay a quien le gustaría que no revelaran las verdades del barquero y quisiera que acabáramos todos tirados en el mar y pidiendo un salvavidas. Es complicado en esta profesión. Se cuentan muchas cosas pero no todas las que se podrían contar. Esto es así. Y todos conocemos en los medios de comunicación gente de la que no se puede hablar, o de la que no se puede hablar mal, o no mucho tiempo mal, porque tienen influencia.


En el primer capítulo de su libro aparece Cristina Fallarás, una periodista que ha vivido en primera persona los desahucios. El periodismo también ha vivido en sus carnes los efectos de la crisis...

Fallarás cuenta una realidad que está ahí, cómo a alguien a quien no crees que le va a pasar eso acaba sumergida en una situación de desahucios y de tocar fondo. Es gente que ha salido y sale por la tele pero que ha tenido que hacer todo este tipo de cosas. Veremos si todos podemos continuar en el periodismo o no. La cosa está complicada. Yo, por ahora, no me puedo quejar.


Además del periodismo, la música ha jugado un papel importante en su vida...

Tocaba la guitarra en el grupo Juanolvido y llegamos a grabar una maqueta aquí, en Zaragoza, en el Estudio 55, con Ramón Gacías, el batería de Bunbury, y tocamos en varias salas de la ciudad. He sido muy feliz tocando la guitarra y cantando canciones. Probablemente la música es lo que más feliz me ha hecho en la vida. Y lo sigue haciendo. Si no fuera por la música qué sería de unos cuantos que habitamos este planeta.


En 'La hora de verdad' hace uso de la metáfora del viaje en autobús para analizar la situación actual...

Utilizo la metáfora del autobús porque es un medio que he tenido que utilizar mucho para venir a Zaragoza, por ejemplo -tardé mucho en tener coche-. Pero es cierto que se pagan peajes. Hay mucha gente que sabe que al final de la crisis económica o no tiene empleo, o el que tiene es más precario porque le han bajado el sueldo, o tiene miedo a perderlo -que también es un factor muy importante con el que se está jugando-, o le han subido los medicamentos, o sabe que tiene que esperar más en la lista de espera, o le han subido los impuestos, o vive una situación en la cual las becas que tenía ya no son las mismas... Y mientras tanto ven en el día a día a los Ratos, los Blesas, los Urdangarines, los Eres, los Pujoles y todo este tipo de cosas. Evidentemente hay gente que ha pagado un alto peaje, que lo sigue pagando y otros que no han pagado ni siquiera la propina después de la comilona que se están pegando.


Iñaki Gabilondo firma el prólogo de su libro. Trabajo con él en la radio y hay quien le ve a usted como un continuador de esa forma de entender y hacer periodismo...

Estoy a años luz. Ya quisiera. Es cierto que trabajé mucho con él y aprendí muchas cosas. Las fundamentales: que hay que hablar de forma muy clara, muy natural, muy sencilla, sin engolarse ni dar muchos rodeos para decir lo que quieres decir de forma convencida. Es decir, no hablar por hablar, sino trabajándose la información. En la tele, por ejemplo, me levantaba a las 5.00 para preparar el programa. Cuando yo llegué a su programa Iñaki ya era todo lo que era, prácticamente Dios en el periodismo, y seguía levantándose a las 4.00 de la mañana. De él aprendí esa naturalidad y ese esfuerzo y exigencia por hacer las cosas bien.


La sociedad está más informada que nunca y, a su vez, demanda más espacios que den cabida al periodismo de investigación...

'La hora de la verdad' refleja también una necesidad de contar las cosas periodísticamente. Igual que debe ocurrir en los medios de comunicación. Pero de verdad que es muy complicado llegar al fondo del asunto. Se dan pinceladas y la gente va atando cabos porque no es tonta. Evidentemente, hay que denunciar lo que ocurre, no por denunciar, sino por el afán de mejorarlo. Es lo que intento también hacer en el libro.


Tras su cese en 'Las Mañanas de Cuatro' abrirá la nueva temporada de 'En la caja' con un programa en el que se habla de los fondos buitre...

Mantengo un contrato vigente con Mediaset hasta comienzos del año que viene y había un compromiso en marzo para grabar un capítulo sobre los fondos buitre y los desahucios. Es un capítulo y, a partir de ahí, estamos en conversaciones para seguir presentando espacios informativos.


Ryszard Kapu?ci?ski decía que "el trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse". ¿Le recuerda esta frase a lo que está ocurriendo?

No quiero compararlo con las cucarachas aunque había una canción de Leño que se llama precisamente 'Cucarachas'. No hay que llamar cucaracha a nadie, no hace falta insultar, a veces duele más un sarcasmo o una ironía que un insulto pero es cierto que en esa labor de tratar de alumbrar a aquellos que intentan esconder sus vergüenzas hay quien trata de que, con ese fuego con el que tratas de alumbrar para que se vean, te quemes tu mismo y no ellos. Y hay quien tiene mucho poder para que eso ocurra.


¿Hay quien apaga esa luz en vez de encenderla?

No tenga la mínima duda. Y también hay quien incluso no solo la apaga sino que quiere que tú quedes en la más absoluta oscuridad.


Usted ha sido testigo desde el principio de la evolución de Pablo Iglesias y su formación política...

Decidí llamarle cuando me dijeron: "Vas a hacer un programa nuevo de debate al que queremos darle una vuelta". Me puse a buscar contertulios y zapeando vi a un chico más o menos de mi edad con el pelo largo, pendientes, que hablaba bien. Algo distinto. Empezó a colaborar a comienzos de 2013. Por nada del mundo pensaba que iba a ser el líder de Podemos y el político mejor valorado en algunas encuestas. Cuando éramos colaboradores, hubo un momento en el cual me dijo que quería que habláramos por cuadrar el tiempo que podía tener porque quería meterse a montar un partido. En aquella época, no pensaba que eso iba a ser Podemos y lo que ha acabado siendo..


A raíz de ese fenómeno el resto de partidos ha modificado sus estrategias...

Hay mucha gente que está intentando cambiar las cosas. Pedro Sánchez también intenta darle un aire nuevo al PSOE, Albert Rivera ha montado un nuevo partido... Puedes creer más en unos o en otros. Eso, el tiempo lo determinará. Es cierto también que para algunas formaciones, el hecho de que intenten mostrarse como algo alternativo a lo que hay, también hace que tengan que pagar un peaje. Probablemente nunca se han hecho tantos espacios en la televisión hablando de Venezuela como ahora.


Aunque fue usted quien 'fichó' a Pablo Iglesias, fue Albert Rivera quien le tentó para entrar en política...

Sí, pero hay que matizar que fue en el año 2012, una época anterior a que fuera presentador en la tele. Yo participaba en una tertulia con él y me comentó si estaba interesado. Le dije que no, y ya está. A partir de ahí es cierto que las cosas han ido avanzando y Albert Rivera ha ido expandiéndose. También compartí tertulia con Pedro Sánchez cuando los dos éramos completamente desconocidos. La vida lleva a cada uno por sus senderos y vete tú a saber cómo acabaremos cada uno. Pero lo sigo descartando. No me veo como político.


¿Hay alguien a quien le habría gustado entrevistar en su libro y haya quedado fuera?

Falta Mariano Rajoy, por ejemplo. Porque soy como él, una persona que llama al pan, pan y al vino, vino. Podía haberle enviado un 'sms' pero sé que a mí no me habría respondido. A otros, sí; a mí, no.