Las galerías zaragozanas sobreviven por amor al arte y negocios paralelos

El IVA aumenta y las subvenciones disminuyen lo que obliga a estos espacios a luchar por sobrevivir y apostar por nuevas fórmulas en una ciudad complicada para el sector.

Galería Finestra Estudio
Galería Finestra Estudio

Más de un año después de la polémica subida del IVA cultural del 8 al 21%, las galerías de arte zaragozanas luchan por sobrevivir a una crisis que se ensaña también con este sector.


A la crisis generalizada se une la propia de la profesión multiplicada por esa subida impositiva y por la continua disminución en ayudas y subvenciones. Además, Zaragoza ha sido siempre una ciudad complicada y con escasas oportunidades para las galerías.


Solo en un año las subvenciones a las galerías de arte de Aragón disminuyeron más de un 30%. Mientras que en 2012 el Gobierno de Aragón otorgó un total de 21.673 euros que se repartieron entre siete espacios expositivos, con ayudas que fueron desde los 1.600 euros a los 5.500, en 2013 esas subvenciones sumaron solo 15.000 euros, repartidas en tres espacios


Aún así, la pasión por el arte y la búsqueda de nuevas fórmulas o negocios permite seguir manteniendo estas ventanas a un mundo de expresión y emoción.


Zaragoza, una ciudad "complicada"

Una de las galerías con más solera de la Comunidad es la de Spectrum Sotos que lleva 37 años abierta y luchando contra una crisis continua, según explica su fundador y propietario Julio Álvarez. "En 37 años siempre hemos estado en crisis por lo que ahora, que es tan fuerte en general, no nos sorprende mucho".


Según explica el propietario de Spectrum, Zaragoza siempre ha sido una ciudad difícil, basta con compararla con otra ciudad que también ronda los 700.000 habitantes y duplica a la capital aragonesa en número de galerías. "Sevilla tiene unas 20 y Zaragoza solo 7 u 8, aquí los que pueden comprar prefieren irse a Madrid aunque acaben comprando lo mismo y al mismo precio y además la burguesía aragonesa nunca ha sido muy culta ni aficionada al arte".


"Cuando abres una galería te puedo asegurar que el 80% no la abre para hacerse rico y menos aquí en Zaragoza", concluye.


Desde la galería Zaragoza Gráfica coinciden en lo complicado de la situación para este sector. "Es una ciudad muy difícil, nosotros empezamos en el 92 y hemos visto de todo", explica su responsable Pepe Navarro. "Soy muy negativo con todo lo que está pasando ya que no hay ningún tipo de incentivo", añade.


Ángel Álvarez, director de la galería Finestra Estudio, explica también que en la capital maña "hay muchas ganas pero ninguna oportunidad". "Sorprende porque aquí hay muy buenos artistas pero está muy difícil", añade.


El propietario de Spectrum espera que la próxima apertura de Caixaforum dinamice un poco el sector tras el "fiasco del museo Pablo Serrano". "No nos ha influido ni para bien ni para mal porque no hay actividad", insiste. "En una ciudad si hay facultad de Bellas Artes, un museo contemporáneo que funcione, distintas fundaciones, etc., todo se mueve pero Zaragoza no tiene nada de eso", reivindica.


Pepe Navarro coincide en que las cosas entorno al museo zaragozano no se están haciendo bien. "Con el tema de la colección Citoler se podrían haber hecho ayudas o compras a galerías y artistas y eso no ha ocurrido", critica.


Apuesta por nuevas fórmulas o negocios

El director de Finestra Estudio, que es también despacho de arquitectos, reconoce que la parte artística sobrevive gracias al negocio paralelo, "como en casi todas". Álvarez reconoce que se embarcaron en esta aventura hace cinco años "por amor al arte más que otra cosa y también por ingenuidad". Al principio realizaban una exposición anual benéfica que acabó convirtiéndose en galería "para aprovechar el local".


"Nunca ha habido ventas para justificar mantener una galería, siempre se necesita una fuente de financiación alternativa, en nuestro caso la escuela de fotografía", confirman desde Spectrum.


Tras 21 años de trabajo tradicional de galería en Zaragoza Gráfica decidieron dar un cambio radical a su forma de promocionar el arte y apostar por la novedad.


Pepe Navarro explica que viendo que el día de la inauguración de cualquier exposición temporal acuden a las galerías el 80 o 90% de los visitantes totales decidieron optar por un modelo diferente que "es nuevo aquí pero no en otros lugares como Londres o Berlín".


En marzo de 2013 se inauguró en la calle de Lasala Valdés el nuevo espacio creado por Zaragoza Gráfica para difundir y poner en valor la obra del artista aragonés Víctor Mira. En lugar de mantener el espacio abierto al público en un horario continuo y fijo adecuaron el propio almacén como espacio de exposición, que abre una vez cada mes o cada dos meses para permitir el acceso a la obra de Mira y de otros artistas invitados. "Esto nos permite tener más tiempo para organizar exposiciones como la actual en el CDAN de Huesca o viajar a ferias internacionales", cuenta Navarro.