La ley Sinde no tiene previsto perseguir a los internautas que hagan descargas (cosa que sí sucede en otros países, como Francia, sin ir más lejos), aunque es previsible que con su aplicación los usuarios vean restringidas sus oportunidades de acceder a contenidos para descargar, ya que la norma tomará medidas contra las páginas web que permitan acceder a contenidos audiovisuales sin permiso de sus autores (o los propietarios de los derechos) o que redirijan con enlaces a otras webs con el mismo objetivo.

El procedimiento para clausurar esas páginas partirá de las denuncias tramitadas a través de una Comisión de Propiedad Intelectual, que solicitará a las webs denunciadas que retiren los contenidos no autorizados por sus propietarios. Si no lo hacen, el caso pasará a los juzgados de lo contencioso-administrativo, que decidirán acerca del cierre de la web en cuestión. Los demandados podrán recurrir la sentencia ante la Audiencia Nacional. Estas medidas podrían afectar en estos momentos a páginas como Seriesyonkis o Cinetube, entre otras muchas.