MÚSICA EN DIRECTO

El grupo O'Carolan lleva hoy una 'Nota de paso' al escenario del Teatro Principal

La formación aragonesa gira hacia la tradición local, una vez completada su trilogía celta.

El grupo, tras una actuación en La Campana de los Perdidos.
El grupo O'Carolan lleva hoy una 'Nota de paso' al escenario del Teatro Principal
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La cita es hoy, en el Teatro Principal. Osadía de las que no abundan, cimentada en un disco que tampoco es precisamente del montón: cosas ambas, la osadía y la vocación artesana aplicada a la creación musical, que son de agradecer en estos tiempos de pragmatismo y economía de esfuerzos románticos.


O'Carolan, esos folkies con querencias clásicas que llevan tres lustros sentando cátedra celta en Aragón, se plantan esta noche en el escenario más goloso de la comunidad autónoma para presentar formalmente 'Nota de paso', su cuarto álbum, en el que dan un volantazo hacia la tradición aragonesa, después de una trilogía consagrada a la verde Erin y a uno de sus hijos más ilustres, Turlough O'Carolan, al que pidieron prestado el apellido para bautizar una aventura musical llena de buenas noticias.


Miguel Ángel Fraile está en el invento desde el principio. Ayer se afanaba en el montaje, después de una buena panzada de ensayos en el fin de semana. «Estamos locos ya por tocar -afirmaba- y enseñar lo que hemos preparado. Además de los cinco miembros, tenemos como invitado al sexto, Jesús, que ha dejado este último año el grupo por motivos laborales. También nos acompaña un cuarteto de cuerda, Concuerda: se han implicado al máximo con el proyecto y su presencia nos permite ir un poco más allá en la búsqueda de nuevos colores para nuestra música».


Cuenta O'Carolan que la función de las notas de paso es servir de transición entre dos factores de acorde: son rítmicamente débiles, y están en partes del compás no acentuadas. Se impone, por tanto, la aclaración: no es muy lógico titular un esfuerzo tan importante como un disco con un concepto que habla de debilidad. «Tiene más de símbolo que de otra cosa -aclara Miguel Ángel- porque significa un cambio de rumbo. No renegamos de lo anterior: nos gusta tanto la música de Turlough O'Carolan ahora como hace años, cuando le tomamos prestado el nombre para el grupo.


Otra cosa es que hayamos decidido explorar nuevos campos. En Aragón hay referencias excelentes dentro del folk en todas sus expresiones: Ixo Rai!, Cornamusa, Biella Nuei... Nosotros nos alejamos un poco de la tradición de baile, con la vena clásica que nos gusta incluir. Cada cual trata de aprender y mejorar».


La importancia de lo pequeño

'Nota de paso' evoca también la importancia de lo pequeño, de lo que pasa por delante de nuestros ojos sin ser visto... la reivindicación de la belleza, lo inusual, las 'entrelíneas' de la música en un mundo que vive demasiado rápido para pararse a respirar. O'Carolan quiere llevar la materialización de esa idea a todos los escenarios posibles: el concierto de hoy es el principio de una gira que no se pone límites geográficos.

Fraile recuerda con cariño el paseo escocés de hace tres años. «Dimos una serie de conciertos en Escocia, la mayoría en iglesias. Siempre que pienso en ello recuerdo que nos sentíamos como joteros japoneses: fuimos a tocar música celta a la cuna. Por suerte la acogida fue genial». En Zaragoza tienen su reducto especial en La Campana de los Perdidos, donde tocan con frecuencia, incluyendo una cita anual en Navidad que siempre se convierte en un llenazo.

El grupo quiere agradecer públicamente su colaboración a quienes han hecho posible este disco. «Ha sido un auténtico placer trabajar con Manolo Martínez, autor de los arreglos de las cuerdas, y con Noelia, Cecilia, Jorge y Antonio, nuestro querido cuarteto Concuerda. Han venido a ensayos aprovechando noches y mediodías a costa de la comida o la cena, y jamás les hemos oído una queja. Un gustazo trabajar con gente así: lo mismo para Jesús, 'el sexto', por regalarnos su bouzouki en varios temas.


En el concierto también tocará cornamusas. Por supuesto, han sido básicos los chicos de Luna Nueva, el mejor estudio del mundo. Kike y David son unos profesionales como la copa de un pino, y unos amigos como la copa de otro. Fue impagable oír una y otra vez, al menor atisbo de problema, lo que se convirtió en nuestra frase favorita: "No pasa nada, tranquilos...". Y finalmente se arreglaba lo inarreglable».