A CONCURSO

El Ayuntamiento entregará a la gestión privada el teatro de Delicias por 20 años

El día 14 se aprobarán las bases para optar a este local, integrado en el centro cívico Esquinas del Psiquiátrico.

El consejero Jerónimo Blasco (izquierda) y el arquitecto Javier Gallardo, en la sala del teatro del centro cívico Esquinas del Psiquiátrico.
El Ayuntamiento entregará a la gestión privada el teatro de Delicias por 20 años
VíCTOR LAX

Unos 400.000 euros listos para invertir, capacidad para gestionar una cafetería-restaurante y experiencia en el mundo del espectáculo como para poder organizar la programación de un teatro todo el año (salvo el mes de agosto) son los requisitos básicos que el Ayuntamiento de Zaragoza exigirá a quienes deseen asumir la gestión del teatro que alberga el centro cívico Esquinas del Psiquiátrico, en el barrio de las Delicias. A cambio, habrá una concesión durante 20 años y una ayuda anual de 55.000 euros para programación.


Lo adelantaba ayer el consejero Jerónimo Blasco en la visita organizada para dar a conocer este nuevo recinto escénico, que según sus estimaciones podría empezar a funcionar por fin "la proxima temporada teatral (que comienza en septiembre-octubre), aunque la fecha no es lo más importante, no hay una urgencia concreta de que arranque", matizaba (aunque la estructura lleva ya hecha tres años).


Y es que aún quedan unos cuantos plazos previos que cumplir. Lo primero, la aprobación en consejo de Gobierno de los pliegos de condiciones para que los interesados puedan optar a esta gestión, cosa que según Blasco se hará "el próximo viernes". A continuación, en cosa de "un mes y medio" -según cálculos del consejero- se dará a conocer cuál de los aspirantes que se hayan presentado recibe la adjudicación. Blasco aseguró que ya había varios colectivos teatrales interesados y que había manifestado su deseo de ver el recinto la Asociación de Salas de Música.


Una vez asignada la gestión, quienes la asuman deberán realizar obligatoriamente algunas reformas para que pueda estar lista para su uso, de ahí la exigencia de contar con varios cientos de miles de euros para invertir.


Lo que hay y lo que no

En estos momentos, el teatro de Esquinas del Psiquiátrico cuenta con un vestíbulo de unos 100 metros cuadrados (pintado en negro y rojo, con suelo de piedra artificial) con un cuarto para taquillas, un ascensor y una escalera para ir al piso superior. El arquitecto Javier Gallardo explicó que "la bondad del edificio es la flexibilidad" y apuntó que en ese vestíbulo podría haber un ambigú y servir también como recinto expositivo.


La sala propiamente teatral, con pavimento de gres, carece de escenario y equipamiento técnico (solo está en lo alto el peine para colgar focos, telón, bambalinas y otros elemento escénicos), pero posee unas gradas retráctiles con 228 asientos de madera, que recogidas le dejan un aforo de unas 1.000 personas de pie, detalló Jerónimo Blasco. En un pequeño 'gallinero' de la primera planta, a cada lado del hueco habilitado para la futura cabina de control técnico, se extienden dos pequeñas hileras más de asientos, con 34 en total. Tras la pared del fondo de lo que será el escenario, un espacio para los atistas con camerino equipado con dos lavabos, dos duchas y un w.c.


Aunque para el público hay habilitados ya aseos (tanto normales como adaptados para discapacitados), el arquitecto explicó que solo ocupan 30 metros cuadrados, cuando lo prescriptivo para un potencial aforo de mil personas es que haya hasta 75 metros cuadrados, por lo que quienes se ocupen de la gestión del teatro deberán hacer las obras pertinentes para ampliarlos. Otra de las cuestiones pendientes e ineludibles, detalló Gallardo, es "el tema de la apertura de puertas para la evacuación".


Por lo demás, el teatro cuenta con oficinas, sótanos para almacén, una sala para tramoya y material en la segunda planta y la cafetería, también comunicada con el centro cívico, que se adjudicará conjuntamente con la gestión del teatro y podrá tener una pequeña terraza en verano. Cuenta ya con cafetera, una cocina equipada lista para su uso y amplias cristaleras que dan al parque y la plaza interior del centro. Falta el mobiliario y una mampara que permita que se pueda pasar desde el teatro sin quedar a la intemperie.