ESCASAS VISITAS

El Año Jacobeo, un fracaso en Aragón

El número de peregrinos ha bajado entre un 30 y un 40 por ciento, según hosteleros y responsables de albergues.

Un tramo del camino de Santiago con unos peregrinos
El Año Jacobeo, un fracaso en Aragón
LAURA ZAMBORAIN

El Año Jacobeo no va a cumplir las expectativas que había despertado en Aragón. Cuando faltan menos de cuatro semanas para que se cierre la Puerta Santa de la catedral de Santiago de Compostela, ya se puede hacer un primer balance de cómo ha ido el año, porque el número de peregrinos en diciembre, tradicionalmente el peor mes, no va a cambiar el panorama general. Y las conclusiones no parecen buenas. Hosteleros y responsables de albergues aseguran que el número de peregrinos ha descendido este año al menos un 30 por ciento respecto al pasado. ¿Qué ha ocurrido? La crisis y la falta de promoción adecuada parecen ser factores clave.

"En julio y agosto ha bajado mucho la afluencia -asegura Perico Boli, que regenta el albergue Aysa en el puerto de Somport, inicio del tramo aragonés-. Si en esos meses tenemos habitualmente 40 peregrinos y 4 montañeros, este año ha sido al revés. No hemos tenido ni un solo día con más de 10 peregrinos. En septiembre ha mejorado algo, pero este año ha vuelto a fallar la promoción y la información, como siempre".

Parecida visión del asunto tiene Elena Ripalda, del albergue de Artieda: "El número de peregrinos ha descendido un 35 o 40 por ciento -señala-. Hay que decir que todos los Años Jacobeos pasa un poco esto, que desciende algo el número de peregrinos. Yo creo que se debe a que se da por hecho que hay mucha gente haciendo el Camino y que a partir de Burgos todo va a estar colapsado. Pero esto no lo explica todo. Creo que la promoción que se ha hecho del Camino aragonés no ha sido buena. El caso es que el albergue estaba lleno el año pasado casi todos los días de agosto y septiembre, y este año habrá estado lleno 3 o 4 días, como mucho".

Los datos les dan la razón. En el albergue de Jaca, un buen termómetro, hicieron noche hasta la última semana de agosto 2.555 personas, frente a las 2.994 de 2009, lo que supone un descenso del 14,66%. En el de Arrés, en agosto, uno de los meses con tirón, pernoctaron 455 caminantes, mientras el año pasado lo hicieron 780.

La crisis y la publicidad

Uno de los hosteleros que más trabaja con peregrinos es Jaime Martínez, del hotel Aragón (antigua Venta de Esculabolsas), en Santa Cruz de la Serós. Y es uno de los pocos que achaca la mayor parte del descenso de peregrinos a la crisis económica.

"Las reservas de viajeros que hacen el Camino de Santiago han bajado entre un 30 y un 40 por ciento, que es muchísimo -afirma-. Creo que han intervenido diversos factores, pero el más importante ha sido la crisis. Aunque todos hemos ajustado los precios al máximo, la verdad es que en estos tiempos resulta difícil salir de casa".

Una de las personas que sigue más de cerca el flujo de peregrinos es Luis Cidraque, y está al margen de las cifras oficiales y de las declaraciones institucionales. Vive a pie del tramo aragonés del Camino, entre Arrés y Martes, en la Pardina de Solano. En su finca, tras pedirle permiso, se creó un área de descanso para peregrinos.

"No sabría decir hasta qué punto el descenso ha sido grave, pero lo que está claro es que este año ha pasado mucha menos gente. La crisis habrá influido, no digo que no, y también el hecho de que entre los interesados en hacer el Camino haya circulado el comentario de que todo iba a estar lleno. Pero creo que el Camino aragonés se ha publicitado poco".

No todo es negativo, a su juicio. "Se han hecho cosas muy importantes este año -apunta-. Se ha restaurado, se ha señalizado... ha habido una importante labor por parte de las instituciones. Pero hay que promocionar más el tramo aragonés. La gente va a Roncesvalles a empezar allí la Ruta porque aquello está mucho más publicitado. Hasta en Pau hay autobuses, financiados por la Diputación de Navarra, que cogen a los peregrinos y los llevan directamente a Roncesvalles. Aunque el peregrino es muy austero, también genera riqueza. En los últimos años estamos asistiendo al nacimiento de un tipo de peregrino que no va a los albergues y que demanda viviendas de turismo rural. Y hay que atenderle. Si se promocionara bien el tramo aragonés, la gente descubriría que es maravilloso".

Jorge López, guía de turismo cultural en la Jacetania, cree que "la crisis económica ha influido, pero no es la razón principal de lo que está pasando". Pone el acento en las labores de divulgación.

"Lo que le hace falta es una promoción decidida por parte de la comarca de la Jacetania y la DGA. Y la apuesta no puede iniciarse a este lado de la frontera, hay que empezar en tierras bearnesas, en el valle de Aspe".

Todo lo realizado desde las instituciones para este año es necesario, pero no suficiente. "Se ha hecho un trabajo muy importante en la recuperación del trazado histórico, pero ha habido quejas y muchos malentendidos. Hasta el punto de que hay mucha gente que llama 'antiguo' al recorrido que se hacía hasta el año pasado, y 'nuevo' al que se está haciendo este año. Y resulta que el que llaman 'nuevo' es verdaderamente el histórico, el que se ha hecho durante siglos y que ahora se ha recuperado. Creo que no se han sabido comunicar los problemas que había con la senda antigua y ni explicar los cambios. El tramo aragonés no tiene, hoy por hoy, nada que envidiar al navarro. Pero hace falta que los ayuntamientos de los municipios por los que discurre la Ruta se lo crean y se impliquen mucho más".

El recorrido, con pequeños cambios. El trazado del Camino de Santiago en Aragón tiene 87 kilómetros de longitud, y la DGA lo ha mejorado y acondicionado en los últimos meses. El año pasado se estima que lo hicieron entre 8.000 y 10.000 personas. En 2010, pese a ser Año Jacobeo, no se va a superar esa cifra. En la foto, peregrinos realizando el Camino de Santiago el verano pasado a la altura de Canfranc.